¿Cuáles son los edificios más antiguos de Bilbao?
Datan de los siglos XIV, XV y XVI
La ciudad de Bilbao es una urbe con mucha historia, que se plasma en sus famosas siete calles: Somera o Goienkale, Artekale, Tendería, Belostikale, Carnicería Vieja, Barrencalle y Barrencalle Barrena. En torno a estas vías de comunicación se ha organizado la vida comercial y social de la localidad vasca desde su fundación en el siglo XIV hasta hoy en día.
En ese mismo momento fundacional, se construyeron las murallas de lo que conformaría el Casco Antiguo, que hoy conserva todavía edificios de los siglos XIV, XV y XVI. Además, no es casualidad que todos estos edificios sean religiosos, pues normalmente se conservan mejor.
Catedral de Santiago (1379)
La catedral es el edificio más antiguo que se conserva en la ciudad, comenzado a construir a finales del siglo XIV. Se trata de un templo de estilo gótico, en el que destaca la Puerta del Ángel, también conocida como la Puerta de los Peregrinos. En el interior, la planta de cruz latina consta de tres naves y un gran número de capillas laterales. En la cripta se pueden observar los restos de la anterior ermita sobre la que fue construida. En el núcleo de la construcción sobresale el imponente claustro.
Vídeo de la catedral de Santiago de Bilbao a vista de dron. Fuente: Youtube.
Las remodelaciones posteriores del siglo XIX se dejan ver en aspectos neogóticos de la fachada y la torre. La catedral de Santiago fue declarada Patrimonio Histórico y Artístico de España en 1931 y es considerada una de las mejores expresiones del estilo gótico del País Vasco.
Basílica de Begoña (1511-1621)
La ubicación de la Basílica de Begoña es privilegiada, pues se encuentra en lo alto de la colina de Artagan, donde cuenta la leyenda cuenta que se apareció la virgen. Se puede llegar a ella andando desde el Casco Viejo o desde el ascensor de la calle Esperanza.
La estructura actual es de estilo gótico, dividida en su interior por seis naves. Lo más destacado es su retablo, construido en mármol del municipio italiano de Carrara, parcialmente pintado. Se puede realizar una visita virtual para conocer todos los rincones de su interior y de sus exteriores aquí.
Además, en el año 1908 ascendió a la categoría de basílica menor, quedando adscrita a la de San Juan de Letrán, una de las cuatro basílicas mayores de Roma.
Iglesia de la Encarnación (1513-1526)
El tercer puesto lo ocupa la Iglesia de la Encarnación, ubicada en el barrio de Atxuri. Su construcción se debió a que las familias más ricas de aquel momento querían asegurarse un lugar de sepultura. El edificio forma parte del antiguo convento de la Encarnación, aunque hoy se tiene más usos aparte del espiritual. En su interior también se celebran eventos musicales y artísticos.
Lo más llamativo de la construcción es su portada renacentista y que su claustro alberga la sede del Museo Diocesano de Arte Sacro. Su valor arquitectónico también fue reconocido, siendo nombrada Bien de Interés Cultural en el año 2001.
Iglesia de San Antón (1546-1548)
Esta iglesia tiene un elemento que sobresale nada más mirar a su fachada desde el lado norte: la tribuna. Este balcón se reservaba para las autoridades de la localidad durante los actos celebrados en la Plaza Vieja.
El interior del templo se divide en cuatro naves, aunque lo más llamativo es que no tiene ábside. El retablo del altar, datado del mismo siglo que la construcción, no se ha conservado íntegro. Por ello, en las últimas obras de restauración en 2003 se reconstruyó añadiendo tablas con pinturas de la Anunciación o el nacimiento de Jesús, entre otras escenas.
Su estilo original es el gótico, aunque por las modificaciones posteriores tiene una portada renacentista y su campanario es de estilo barroco.
Iglesia de San Vicente Mártir de Abando (siglo XVI)
El último templo es de estilo renacentista, construido sobre otro mucho más pequeño de época medieval. En su exterior destaca la portada con un gran arco y, encima, una torre que se construyó a finales del siglo XIX.
En el interior lo más reseñable es su amplitud, que se debe a que no tiene muros que separen las naves, sino que los únicos puntos de referencia entre unas y otras son las columnas. Mirando al techo, llaman la atención las cúpulas nervadas, muy típicas del estilo gótico. Al fondo, el altar se compone de tres retablos de madera dorada, los dos de los laterales diseñados años más tarde para acompañar al central.
Se puede realizar una visita virtual para conocer todos los rincones de su interior y de sus exteriores aquí.
