Las cuevas más bonitas de España

El inmenso patrimonio monumental de España se ve enriquecido por su patrimonio natural, como son algunas cuevas, caprichos de la naturaleza que podemos visitar. Recorremos España de cueva en cueva para visitar algunas de las más espectaculares. Además, tras muchos meses cerradas a causa de las restricciones de la pandemia, vuelven a recibir visitantes.

Cuevas del Drach, Mallorca

En la costa este de Mallorca, concretamente en el pueblo de Porto Cristo, podemos visitar estas maravillosas cuevas del Drach, que constituyen uno de los principales atractivos turísticos de la isla. Su longitud supera el kilómetro y tienen una profundidad máxima de 25 metros bajo la superficie. Las cuevas esconden en su interior un gran lago subterráneo, el Lago Martel, considerado uno de los mayores lagos subterráneos del mundo.

Cueva de Valporquero, León

Más de 50 años lleva recibiendo visitas la espectacular cueva de Valporquero, en León. El itinerario visitable por el público general es de casi kilómetro y medio y recorre varias salas que van ganando en diversidad de formaciones geológicas. En un nivel inferior, discurre una corriente de agua subterránea que solo es accesible para espeleólogos y expertos. La cueva tiene una temperatura constante de 7 grados, por lo que hay que abrigarse para visitarla, además de una humedad del 99%, provocada por el agua subterránea.

Cueva de los Verdes, Lanzarote

Las entrañas de la isla de Lanzarote guardan muchos secretos, entre ellos esta Cueva de los Verdes, un tubo volcánico con un largo recorrido por galerías superpuestas, paredes rojizas e increíbles rincones como el Auditorio, donde se desarrollan conciertos con una acústica espectacular. Los más de seis kilómetros de galería se prolongan desde el cráter del volcán hasta que se adentra en el mar en un tramo submarino de un kilómetro y medio.

Cueva del Altamira, Cantabria

Lo espectacular de esta cueva no es trabajo de la naturaleza, si no de la mano del hombre prehistórico. En el término municipal de Santillana del Mar, la cueva de Altamira original permanece cerrada a las visitas, aunque se ha construido una reproducción exacta para recibir visitantes.

Bisontes, caballos, ciervos, manos y misteriosos signos fueron pintados o grabados durante los milenios en los que la cueva de Altamira estuvo habitada, entre hace 36.000 y 13.000 años antes del presente. Estas representaciones se extienden por toda la cueva, a lo largo de más de 290 metros, aunque es en la Sala de Polícromos donde se concentran en mayor número.

Gruta de las Maravillas, Huelva

La localidad de Aracena guarda en su interior la Gruta de las Maravillas: formaciones estalactíticas, estalagmitas, columnas, gours, coladas, pisolitos, excéntricas, cortinas... todo un mundo que la persistencia del agua, la piedra y el tiempo han ido conformando. En su interior, la temperatura es constante durante todo el año y oscila entre 16 y 19 grados centígrados y la humedad es prácticamente del 100%.

Cueva de Nerja, Málaga

De una enorme riqueza patrimonial, la cueva de Nerja cuenta con restos prehistóricos. De la cueva de Nerja, se conocen tres galerías, aunque solo es accesible al público la galería turística. Destaca la espectacularidad de sus espeleotemas, que rodean la cavidad desde el techo, el suelo o las paredes. Además, la cueva cuenta con 589 pinturas rupestres del paleolítico superior y la prehistoria reciente que, por su conservación, no se pueden visitar.