Descubriendo la provincia de Cáceres

La provincia de Cáceres es una de las más bellas de España, desde su capital hasta los pequeños pueblos, valles verdes y monasterios de un gran valor arquitectónico. Nos adentramos en los tesoros de esta provincia extremeña. 

Comenzamos este recorrido por la provincia de Cáceres en su capital. Se trata de una ciudad monumental de la época del Renacimiento que ha quedado detenida en el tiempo, por lo que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Es imprescindible perderse por la parte vieja de la ciudad, un laberinto de pequeñas calles sin apenas tráfico, con plazas bordeadas de bellas casas medievales, palacios renacentistas y edificios históricos por todas partes. Desde la Plaza Mayor puedes divisar la Torre de la Yerba, cruzar el Arco de la Estrella, la Torre de los Púlpitos y el foro de los Balbos. Además, hay algunos edificios de obligada visita, como la Plaza de San Jorge, palacio de los Golfines de Abajo, iglesia de San Mateo, Convento de San Pablo, Palacio de las Veletas, plaza de Santa María o la Torre Bujaco.

Otra ciudad de visita obligada es la ciudad monumental de Trujillo. Cuna de conquistadores españoles, como Francisco Pizarro, Francisco de Orellana y Diego García de Paredes. Su castillo, que realmente es una alcazaba de origen árabe, la Plaza Mayor con la estatua ecuestre de Pizarro y distintos palacios, al igual que la iglesia de Santa María la Mayor son lugares imprescindibles a recorrer. Una buena fecha para visitar esta localidad es cuando celebra la Feria del Queso.

Otras ciudades cacereñas que merece la pena recorrer y perderse en sus calles y monumentos son Plasencia y Coria. También las poblaciones de Hervás, Robledillo de Gata o Alcántara, con su impresionante puente romano.

Dos monasterios que no te puedes perder

El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe está en la localidad de Guadalupe y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993. En su interior se conjugan de una forma maravillosa distintos estilos arquitectónicos: gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico. Es, sin duda, una de las visitas imprescindibles en la provincia de Cáceres. En su interior destaca el claustro mudéjar, también conocido como de los Milagros, el cual fue construido a finales del siglo XIV.

Tampoco podemos dejar de visitar el Monasterio de Yuste, el lugar escogido por Carlos V para pasar sus últimos días. Ya antes de llegar, el entorno natural de la comarca de La Vera nos va a sorprender. Una vez dentro del recinto, vamos a pasear por distintas estancias: la iglesia del siglo XVI de estilo gótico tardío, los claustros gótico y plateresco, la casa palacio de Carlos V y los jardines y el estanque diseñados por el emperador.  

En plena naturaleza

El Valle del Jerte es otro para experimentar el turismo natural o rural y ver el florecer de los cerezos. Este idílico rincón de España es ideal para visitar también en verano estivales y darte un chapuzón en alguna de las pozas o riachuelos de la zona. La comarca de La Vera está situada entre montañas, riachuelos y cascadas, ofrece unos paisajes únicos. El valle de Ambroz es una bonita comarca natural, con verdes praderas. Y la Sierra de Gata es otro paraíso natural lleno de bosques, montañas, piscinas naturales, olivos y castañares, que bien vale la pena conocer.

No podemos dejar de mencionar el Parque Nacional de Monfragüe, que cuenta con uno de los bosques más grandes de España, con más de 1.400 especies diferentes de árboles. Es uno de los parques nacionales favorito de los observadores de aves; tiene la mayor colonia de buitres negros, águilas imperiales, colonias de cigüeñas negras, águilas, búhos negros y aves de la pradera, incluidas las avutardas.

Patrimonio gastronómico

No debemos pasar por Cáceres sin disfrutar de la buena mesa que ofrece esta tierra, comenzando con los ricos embutidos y el jamón ibérico de los cerdos criados en sus dehesas. También los quesos con denominación de origen en la provincia, como la Torta del Casar o el queso Ibores, u otros quesos como los que se elaboran con leche de cabra en La Vera. Al igual que las cerezas y picotas del Jerte y el famoso pimentón de La Vera.