Mariola Báez
Viajes
Edimburgo: la ciudad misteriosa y brillante que merece la pena descubrir
La capital de Escocia se ha convertido en destino turístico de moda por méritos propios
Es la segunda ciudad más visitada del Reino Unido después de Londres, por sus monumentos, su paisaje, su ambiente cultural, que alcanza máximo protagonismo en el famoso Festival de Edimburgo (@edinburghfest), sus museos, sus pubs… o quizá por los fantasmas, que dicen aún pululan por el entramado de callejones (closes), patios y jardines que dan forma al old town, el casco antiguo.
Edimburgo es un lugar cosmopolita, alegre, orgullosa de sus costumbres y de su identidad, con numerosos edificios de interés y con historias oscuras que todavía inquietan cuando te las cuentan en un recorrido por la esta bella ciudad.
Un viaje apasionante desde el Medievo a la más absoluta modernidad
La capital escocesa no es demasiado extensa y recorrerla resulta sencillo. La Royal Mile (Milla Real) es la vía principal, el eje central de Edimburgo (@VisitScotland), con casi dos kilómetros. En un extremo se alza el imponente castillo, sobre una escarpada colina, de aspecto inexpugnable y algo tenebroso. Es la primera visita obligada. En la fortaleza, podrás ver las joyas de la Corona, la Piedra del Destino, donde se coronaban los monarcas escoceses, con su truculenta historia de traslado la Londres y posterior robo para traerla de nuevo a Escocia, la capilla de Santa Margarita y el famoso cañón, instalado en el baluarte del castillo, que lanza un imponente disparo cada día a la una en punto.
Al otro extremo de la Royal Mile se encuentra el Palacio Holyroodhouse, residencia oficial de la reina cuando visita Escocia. Próximo a esta edificación barroca, sorprente el contraste que crea la estructura arquitectonica del Parlamento de Escocia, diseñado por el arquitecto español Enric Miralles.
La Milla Real se divide en cuatro tramos: Castlehill, el más cercano al castillo, que parte de la explanada donde se quemaba a las "brujas" en la Edad Media; Lawmarket, con sus tiendas y pubs, donde también verás The Hub, una antigua iglesia gótica convertida en centro cultural, sede principal del Festival de Edimburgo; High Street, una de las zonas más animadas con la Catedral de Saint Giles como parada indispensable y Canongate, el último tramo, donde, si te apetece, puedes visitar el People’s Story Museo (@EdinCulture) para conocer algo más de la historia y las costumbres de esta ciudad apasionante.
A lo largo de todo el recorrido, a derecha e izquierda, encontrarás los típicos pasadizos y callejones llamados closes, un misterioso entramado de callejuelas, algunas de las cuales esconden maravillosos jardines que hacen que Edimburgo sea tan especial. Entre los más conocidos, el Mary King’s close es de visita imprescindible.
La ciudad nueva
El recorrido por Edimburgo no estaría completo si no te acercaras al New Town, la zona “nueva” que, en realidad, es el ensanche de la ciudad que inició su expansión en el siglo XVIII. Llegando al final de su calle principal, Princess Strett, donde se encuentra la National Scottish Gallery, pinacoteca que hay que visitar, podrás ascender a la Carlton Hill, una de la colinas que vigila la ciudad, donde encontrarás algunos monumentos neoclásicos que le han valido a Edimburgo el "título" de la Atenas del Norte.
Una pinta de cerveza (o lo que quieras) en la zona de Grassmarket y un paseo por la colorida y animada calle Victoria Street también han de formar parte de los "básicos" de tu fin de semana en Edimburgo.