Victoria Herrero
Viajes
Escapada a la Costa da Morte, perfecta para el puente de noviembre
Un recorrido por esta escarpada tierra de leyendas marineras que vive por y para el océano Atlántico
Galicia siempre es un buen destino para unos días de vacaciones. Una bella tierra que combina paisajes espectaculares y una de las gastronomías más aplaudidas de nuestro país. Y dentro de la comunidad gallega, la Costa da Morte es el lugar perfecto para hacer una pequeña escapada durante el puente de noviembre y donde no te puedes perder estos rincones imprescindibles.
Una tierra ligada al mar
Como no podía ser de otra manera, este inmenso mar es el escenario protagonista no solo de la vida de las gentes de esta tierra, dedicadas en su mayoría a la faena en el mar, sino que es el protagonista de cientos de leyendas marineras transmitidas de generación en generación.
Precisamente uno de los lugares más especiales para estos pescadores gallegos es la ermita de la Virgen de la Barca cuya ubicación, en el pueblo de Muxía, frente al Atlántico sobrecoge nada más llegar. Sin duda, una visita imprescindible que no te puedes perder en esta ruta por la Costa da Morte.
Playas que debes pisar (incluso sin bañarte)
Siguiendo la estela que nos marca el mar, Galicia no tiene nada que envidiar a las playas del levante o del sur de España. Extensos arenales que merece la pena recorrer incluso aunque los termómetros no inviten a darse un chapuzón.
Es el caso de las playas de Langosteira con sus casi 3 kilómetros de arena blanca y donde podemos contemplar un monumento dedicado a Camilo José Cela; la de la localidad de Carnota donde además podrás ver algunos bellos ejemplos de antiguos hórreos, el encanto de la pequeña playa de Lires o la que se ubica en Laxe donde podrás visitar, además, el castro celta de Borneiro.
El fin del mundo está aquí
Pero, sin duda, uno de los lugares más mágicos e impresionantes de esta escarpada costa es el que dicen que es el lugar donde el fin del mundo está presente. Como muchos habrán adivinado, es el Cabo de Finisterre donde los cuentos de meigas se entrelazan con los miles de peregrinos que cada año hacen suyo el Camino de Santiago.
Nuestra recomendación es que visites el faro a última hora de la tarde para contemplar uno de los atardeceres más bonitos que jamás habrás visto.