Victoria Herrero
Viajes
La escapada perfecta para conocer el Parque Nacional de Monfragüe
Victoria Herrero
Foto: Turismo Extremadura
Domingo 9 de febrero de 2020
ACTUALIZADO : Domingo 9 de febrero de 2020 a las 9:25 H
4 minutos
Bañado por los ríos Tajo y Tiétar encontramos este bello ejemplo de monte mediterráneo
Un rincón salvaje de inmensa belleza que merece la pena ser visitado. Estamos en el Parque Nacional de Monfragüe (@Extremadura_tur), el primer espacio protegido de Extremadura, bañado por los ríos Tajo y Tiétar y situado entre las ciudades de Plasencia, Trujillo y Cáceres.
No encontramos mejor plan para un fin de semana, a menos de 3 horas de Madrid, que recorrer este paraje natural con una gran diversidad y que hace las delicias de los amantes de las aves. Y es que en estas hectáreas podremos deleitarnos con el vuelo de cigüeñas negras, alimoches, buitres o el águila imperial desde el Salto del Gitano, un acantilado de 300 metros de altura.
"Mons fragorum"
Fueron los antiguos romanos los que pusieron a este escenario natural el nombre con el que hoy lo conocemos y que alberga uno de los mejores ejemplos de monte mediterráneo a nivel mundial. Una denominación que viene al hilo por ser una zona llena de maleza y de difícil acceso repleta de encinas, madroños, matorral de jaras, brezos, alcornoques... Un paisaje que sirve de hábitat para una fauna formada por ciervos, tejones, jinetas, linces, gatos monteses...
Imprescindible también asomarse a lo alto de la torre del Castillo de Monfragüe, de origen árabe. Cuenta la leyenda que la princesa árabe Noeima fue condenada a vagar eternamente por este monte, castigada por sus padres, por cometer el "pecado" de enamorarse de un apuesto cristiano al que desveló el secreto para acceder al castillo.
Y, por si fuera poco, el Parque Nacional de Monfragüe atesora algunas magníficas pinturas rupestres que nos remontan a hace 5.000 años y nos muestran escenas de caza de los habitantes de la zona de entonces.
Villarreal de San Carlos, una aldea dentro del parque
En el corazón de Monfragüe tenemos este pequeño núcleo fundado por Carlos III para proteger de los ataques de los bandoleros a los viajeros que por entonces hacían la ruta de Trujillo a Plasencia. Si tenemos un rato antes de subirnos al coche para volver a la "civilización" podemos escaparnos a su iglesia de Nuestra Señora del Socorro y contemplar la bella imagen de la Virgen de la Merced.
Y si nos coinciden las fechas, a finales del mes de febrero, podemos disfrutar de una cita imprescindible: la Feria Internacional de Turismo Ornitológico (@birdextremadur). Todo un referente a nivel europeo en observación de aves. Un encuentro tanto para profesionales como aficionados donde compartir conocimientos, jornadas técnicas, visitar exposiciones, hacer rutas, participar en conferencias...