Verónica Mollejo
Viajes
La Estatua de la Libertad cumple 133 años: curiosidades de este símbolo de Nueva York
Este monumento conmemora la Declaración de Independencia de los Estados Unidos
El 28 de octubre de 1886, el presidente Grover Cleveland inauguró la Estatua de la Libertad en la pequeña isla homónima situada al sur de Manhattan, con motivo del centenario de la Declaración de Independencia de Estados Unidos. Como bien es sabido, este monumento diseñado en parte por el ingeniero Alexandre Gustave Eiffel, responsable del principal emblema de Francia, la Torre Eiffel, fue un regalo de dicho país al gobierno estadounidense y signo de la amistad que durante muchos años ha unido a ambas naciones.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, la Estatua de la Libertad representa la liberación de la opresión que ha experimentado esta sociedad a lo largo de la historia. Un significado que tiene cierta relación con la labor que se le asignó tras su inauguración: dar la bienvenida a los inmigrantes europeos que llegaban al país en busca de una vida mejor.
Por estos y otros muchos motivos, como su 133 cumpleaños, hoy queremos rendir un sentido homenaje a este símbolo de la cultura estadounidense recopilando algunos de sus datos y curiosidades más desconocidos.
Una estatua oxidada
Para muchos sería prácticamente imposible imaginar la estatua sin su característico color verde. Pues bien, esta apariencia se debe a la oxidación del cobre con el que está hecha. En 1906, el gobierno propuso destinar miles de dólares a la restauración del color original, pero el pueblo se negó en rotundo. El motivo por el que la llama que sostiene luce diferente es que está cubierta de oro.
¿Un megáfono gigante?
El gran Thomas Edison, inventor de la bombilla, propuso instalar en el interior de la Estatua de la Libertad una versión ampliada del fonógrafo que en ese momento estaba diseñando. ¿El objetivo? Emitir toda clase de mensajes y discursos destinados a la población estadounidense. Afortunadamente, esta idea tan peculiar nunca llegó a buen puerto.
La Estatua de la Libertad en Central Park...
El pulmón de Nueva York estuvo a punto de acoger la estatua, pues uno de sus creadores, Auguste Bartholdi, barajó esta posibilidad la primera vez que visitó la ciudad. Sin embargo, finalmente fue instalada en Liberty Island para así poder dar la bienvenida a los extranjeros.
… y en el Canal de Suez
En un primer momento, Auguste Bartholdi diseñó la Estatua de la Libertad para que sirviera como faro en el Canal de Suez, pero los egipcios la rechazaron y renunciaron por completo a su propuesta. Por eso es el pueblo estadounidense quien disfruta ahora de su presencia.
Tiene la cabeza mal colocada
En 1982, un grupo de ingenieros descubrió que la cabeza de la estatua estaba mal colocada, más concretamente 60 centímetros fuera de su lugar. Y no es de extrañar, pues aquellos que la construyeron tuvieron que montar más de 300 piezas de cobre para darle forma. Normal que alguno se despistara.