De excursión por Belmonte, la villa bajo el imponente castillo

La provincia de Cuenca atesora bellos lugares que visitar y uno de ellos es el municipio de Belmonte, al que se llega por la carretera N-420 (Km. 342). Su imponente castillo, sus calles históricas, las delicias de la gastronomía castellano-manchega y una nutrida historia hacen de él una visita más que interesante tanto para un día como para un fin de semana.

El castillo vigilante

Al igual que ocurre con el Castillo de Peñafiel, el de Belmonte parece estar vigilando la villa que le da nombre. Y lo hace desde el siglo XV con una estructura perfectamente conservada de estilo gótico-mudéjar.

Una visita a sus instalaciones merece la pena, tanto por lo que te encontrarás en su interior, como por la vista desde sus almenas, desde donde se divisa el pueblo y todo su entorno. Asimismo, te informarán sobre la historia del edificio y su importancia a finales del siglo XV.

Cabe señalar además que el Castillo de Belmonte (@c_Belmonte) propone otras actividades a lo largo del año que mejoran si cabe su visita. De hecho, los días 1 y 2 de junio tendrán lugar unas Jornadas de Recreación Histórica del Siglo XIX sobre la visita de Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III y dueña del castillo. Durante esas jornadas los visitantes disfrutarán de escenas propias de mediados del siglo XIX.

Asimismo, el 1 de agosto se abrirá el Trebuchet Park, que llevará a las inmediaciones del castillo 40 máquinas de asedio a escala real. Todas ellas funcionan y se dividirán en cuatro ámbitos temáticos: mundo cristiano, mundo musulmán, mundo oriental y Renacimiento.

Por las calles de Belmonte

Esta localidad conquense es mucho más que su castillo. De hecho, su importancia es anterior en el tiempo, ya que en 1361 Pedro I de Castilla le concedió el privilegio de villa de realengo. Por lo tanto, hay otras visitas interesantes que hacer cuando das un paseo por Belmonte. Estas son las principales:

• Colegiata de San Bartolomé. De estilo gótico, es el segundo edificio más importante de la villa. Data del siglo XV y destaca por su sillería del coro.
• Molino El Puntal. A medio kilómetro de la colegiata hallarás este gran molino, muy propio de tierras manchegas. Un lugar perfecto para ver cómo se esconde el sol sobre Belmonte.
• Palacio del Infante Don Juan Manuel. Restaurado desde 2014, es la primera venta de la Ruta de Don Quijote.
• Casa Bellomonte. En este museo tendrás la oportunidad de ver una recreación de cómo era la vida cotidiana en una casa castellana de la baja burguesía en el periodo de máximo apogeo de su castillo: a finales del siglo XV.