Un paseo por la ciudad sarda de Alghero es suficiente para darse cuenta de la historia que hay entre sus calles. No solo por la influencia de la amenaza pirata y los reinos que lucharon por hacerse con el control de esta isla en medio del Mediterráneo en su muralla medieval o sus estrechas callejuelas, sino por los habitantes ilustres de más de 100 años, retratados por la fotógrafa Daniela Zedda en sus fachadas ocres, que recuerdan al viajero la longevidad de sus habitantes.
Cuánta historia en mis sandalias
Veinte retratos de diez mujeres y diez hombres de más de 100 años en su hábitat natural y que surge como un homenaje a su longevidad y a la belleza de los lugares donde vivían, cuenta la fotógrafa a 65Ymás. Con la canción de Paolo Conte al mítico ciclista italiano Bartali, “Quanta strada nei miei sandali/Cuánta historia hay en mis sandalias" como telón de fondo, la exposición propone un recorrido a pie o en bicicleta por las calles de una de las ciudades más visitadas de Cerdeña, que surgió con motivo del paso del Giro de Italia por la isla italiana, pero que sigue presente en la ciudad como una seña de identidad.
Cada foto está vinculada a una historia única de gran implicación emocional. "La elegancia de Giovanna en el claustro de San Francesco en Alghero, la fortaleza de Giacobba entre los robles en Ogliastra, la energía de Giulio pasea su bicicleta por San Sperate, la emoción de Giuseppe dentro de la Nuraghe que él mismo cavó hace más de 60 años, la atención de Nevina en bordar de nuevo, solo para nombrar unos pocos, pero para cada uno podría escribir una historia", cuenta la artista sarda.
Entender el significado de la vida
Tal como explica Daniela Zedda, su intención por encima de todo era rendir homenaje a los hombres y mujeres nacidos al final de Primera Guerra Mundial que vivieron una época trágica de hambre y conflicto, pero que también fueron protagonistas de un cambio. "Porque la modernidad en Cerdeña llegó con ellos, que fueron testigos, pero también autores. Aquí creo que su vitalidad, que he documentado, es el fruto de estas grandes pruebas, son personas que afrontan cada nuevo día con energía y optimismo", aclara.
La fotógrafa, que expone en Milán, París o Nueva York recuerda que su interés por las personas mayores, a las que sigue retratando, surge "de la complicidad con mi abuela que acompañó mi infancia. Siempre he tenido gran curiosidad y respeto por las personas mayores. Me perdí en sus historias tratando de comprender el significado de la vida, con aquellos que ya han experimentado la parte más visible", explica. Con este proyecto la fotógrafa declara que quería entender "cómo podemos continuar alargando la vida cuando el tiempo pasa".