Guadalajara, una bonita escapada a menos de una hora de Madrid

Los que quieran escaparse de Madrid un fin de semana (y para todo aquel visitante curioso), Guadalajara ofrece una perfecta combinación entre historia, patrimonio arquitectónico y gastronomía.

Hoy viajamos al centro de esta tierra de conquistas y reconquistas para conocer un poco más esta ciudad, que se encuentra a menos de 70 kilómetros de la capital española y que cuenta con una población superior a los 250.000 habitantes.

Primera parada, el Palacio del Infantado

Es uno de los lugares que no debes perderte en tu recorrido por la ciudad manchega. Un edificio emblemático que fue mandado construir por Iñigo López de Mendoza y Luna, segundo duque del Infantado y perteneciente a una de las familias con más solera de Guadalajara.

Con un simple vistazo puedes reconocer elementos arquitectónicos del estilo gótico isabelino en su impresionante fachada principal, mientras que en el interior destaca su majestuoso patio central formado por una doble arquería superpuesta.

Hoy es la sede del Archivo Histórico y el Museo Provincial de Guadalajara, pero antaño fue el lugar escogido por los antiguos reyes Felipe II y Felipe V para celebrar sus respectivas bodas.

Nuestra ruta por la ciudad nos lleva hasta otro de los rincones imprescindibles a la hora de hacer turismo por Guadalajara, el Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo y Duquesa de Sevillano. Este conjunto monumental cuenta con una cúpula de cerámica vidriada que refleja la influencia artística del norte de Italia, combinada con otras piezas de clara inspiración oriental.

Ya en su interior, el valor de este edificio se concentra en el altar, donde se muestra un calvario pintado por Alejandro Ferrán, así como un grupo escultórico en la cripta que representa el cortejo fúnebre de esta mujer, que realizó una importante labor filantrópica en Guadalajara.

Nuestro itinerario por los espacios más conocidos de Guadalajara termina en uno de los lugares donde mejor se puede ver la amalgama de culturas que fue la ciudad hace siglos. Nos referimos al Alcázar Real, una fortaleza de origen andalusí construida en el siglo IX y que ha servido en todo este tiempo como palacio, fábrica y cuartel militar.

Turismo gastronómico

Pero un recorrido turístico no es del todo perfecto si no probamos algunas de las especialidades de cada uno de los lugares que vamos visitando. Así, en Guadalajara es un pecado irse sin degustar sus platos de caza, sus asados de cordero, una buena ración de los quesos de la zona o un postre con miel de la Alcarria. Todo ello regado con una buena copa de los mejores vinos manchegos.