El Imserso avanza que habrá "cambios" en los viajes de 2025

Mayte Sancho, directora del Imserso, asegura que están valorando modernizar los viajes

 

La directora del Imserso, Mayte Sancho, ha participado este jueves en la primera Cumbre España-Japón, organizada en la ciudad de Salamanca por el Centro Internacional sobre el Envejecimiento (@cenie_es), para hablar sobre el nuevo modelo de cuidados. 

Durante este evento, expertos de ambos países compartieron cómo afrontan ambos países los retos que plantea el envejecimiento progresivo de la población. Y es que ambos estados tienen unas esperanzas de vida de las más altas del planeta y cuentan con un porcentaje de población mayor de 65 años superior al 20%, lo que les lleva a plantear medidas para adaptar la sociedad a las necesidades y exigencias de la longevidad.  

65YMÁS ha podido conversar durante el evento con Sancho y conocer su valoración sobre la importancia de esta cumbre para ambos países, así como su opinión acerca de otros asuntos de interés como la aprobación de la Estrategia de Desinstitucionalización, los cambios en la Ley de Dependencia y la posible remodelación de los viajes del Imserso de cara a la temporada 2024/2025.

PREGUNTA - ¿Qué valoración hace de esta primera Cumbre España-Japón sobre longevidad? 

RESPUESTA - Creo que es un acto del máximo interés porque, curiosamente, ambos países tenemos cosas en común. Son, obviamente, dos culturas muy diferentes, pero sí hay algunos asuntos compartidos –que son esenciales cuando hablamos de cuidados–, como es el papel de las familias. Japón es un país muy 'familista', quizá hasta más que España. Y eso nos une, además de la longevidad, porque somos dos países muy envejecidos. También hay cosas similares, por ejemplo, en la dieta. Aunque no es la misma, existen componentes parecidos, como el consumo de pescado. Y tenemos en común el mantenimiento de vínculos sociales y familiares, cruciales en la longevidad.

P.- ¿Qué diferencias existen entre ambos países en materia de cuidados?

R.- No tengo suficiente criterio para evaluar la cultura japonesa. Quizá nosotros ponemos un acento todavía mayor en realizar un cambio hacia modelos comunitarios y domiciliarios. Yo creo que ellos también, por lo que hemos visto este jueves, pero quizá hay diferencias. 

Ahora bien, la distancia más grande se plantea respecto al planteamiento de la longevidad y su relación con el trabajo. Ellos defienden trabajar sine die. Como es una población culturalmente muy responsable, quizá esto sea finalmente una realidad. Pero aquí choca, un poco. 

P.- Y, ¿qué podríamos incorporar de su cultura de cuidados?

R.- Hay dos cosas. La primera, las experiencias que están llevando a cabo de integración de cuidados. Nosotros estamos también con ellas, aunque seguramente con menor volumen de proyectos que ellos.

Y, por otra parte, el desarrollo de tecnologías que tienen creo que es interesante, no tanto por el estereotipo de países orientales y uso de robots, sino por los apoyos que puedan crear para la realización de labores de cuidado. 

P.- Volviendo a España, ¿en qué punto estamos en materia de políticas de cuidados? ¿Cuándo se aprobarán las anunciadas estrategias de desinstitucionalización y contra la soledad?

R.- Tenemos grandes y buenas planificaciones a punto de ponerse en marcha. Destacaría sin ninguna duda la Estrategia de Desinstitucionalización, porque enmarca itinerarios y caminos de transformación del ámbito institucional –pero no de su eliminación, al menos, en el ámbito de la vejez–. Y se traduce en un enfoque más centrado en las personas, hogareño y en lugares más naturalizados para vivir. 

P.- ¿Es inminente su aprobación?

R.- Sí. Creo que se está haciendo la tramitación para que se apruebe en el Consejo de Ministros, en los próximos meses. Y luego, existe un marco estratégico transversal por parte del Imserso sobre soledad, que tiene en cuenta las planificaciones que hay ya en la mayor parte de las CCAA. 

P.- Pero, ¿aún no se ha presentado este marco contra la soledad? 

R.- No. Porque, al haber cambiado el enfoque hacia la transversalidad, estamos en el periodo de consultas con los organismos afectados, como el Ministerio de Juventud e Infancia, entre otros. Espero que en otoño esté.

P.- Recientemente, presentaron el primer censo de residencias de mayores y de personas con discapacidad, ¿para qué puede servir esta estadística? 

R.- Tiene doble funcionalidad. Por una parte, el tener un registro fiable, como es esta operación estadística del INE, creo que es un avance cualitativo importante. Hemos tenido un 85% de respuesta, es un éxito. Además, abre un camino estable y sistemático –se decidirá si se hace anual o bianual– sin vuelta. 

Por otro lado, se trata de una herramienta básica para la planificación de las políticas públicas y para la toma de decisiones de las administraciones. Y también lo es para la ciudadanía, porque nuestra idea es publicitar y hacer transparente la información. 

P. ¿Se utilizará el censo para controlar que el nuevo modelo de cuidados –Acuerdo sobre Criterios comunes de acreditación y calidad de los centros y servicios del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia–, pactado en 2022, se cumple? 

R.- En parte, pero el Acuerdo es mucho más amplio y este es uno de los recursos que contempla. Evidentemente, vamos a procurar evaluar determinadas disposiciones que tiene el texto, como el tamaño de los centros, las unidades de convivencia... Pero no es una herramienta para evaluar el Acuerdo, va mucho más allá. 

La directora general del @Imserso, @sancho_mayte: "Los cuidados son la otra faceta un poco más preocupante de la longevidad. Somos más personas las que vamos a necesitarlos"@fgusal @usal @cenie_es pic.twitter.com/e38Xaktk3C

— 65YMÁS (@65ymuchomas) April 25, 2024

P.- El nuevo modelo de residencias se pactó en 2022. ¿Ha habido avances? ¿Están las comunidades aplicándolo en tiempo y forma?

R.- Debo confesar que, para mí, ha sido una agradable sorpresa ver que, con diferentes modalidades o iniciativas, sí se están tomando acciones que suponen un cambio cultural en el sistema de cuidados –incluido en las CCAA que no apoyaron el acuerdo–. Creo que hay avances, aunque, por supuesto, no pueden ser muy rápidos. 

P.- ¿Cómo puede el Imserso controlar que todas las autonomías están aplicando el nuevo modelo?

R.- Nuestra función no es inspectora, porque esto es una competencia de las comunidades. Nosotros respetamos los ritmos que cada una lleve. En este momento, estamos en conversaciones con ellas sobre el nivel mínimo y acordado de financiación. Y en ese mecanismo, hay un conjunto de indicadores, que se van revisando con cada una de ellas. Tenemos una actitud de colaboración total con todas las CCAA, sin distinción ninguna, y basada en criterios técnicos.

P.- Desde el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 han propuesto un cambio en la Ley de Dependencia para adaptarla a los nuevos tiempos. ¿Cuándo se aplicará?

R.- El equipo anterior ya había trabajado mucho en esto. Me gusta más llamarlo: la actualización de los contenidos de la Ley, porque no se modifica en profundidad, sino que se transforma, para promover más la autonomía, para cambiar el enfoque de la dependencia y para ampliar algunos servicios y recursos que no estaban contemplados y que, con el paso de los años, parece que son imprescindibles, como es el caso de la accesibilidad o de los productos de apoyo. Todo esto está ya listo y redactado. Ahora, tiene que empezar el trámite, que es largo y tedioso. El primero es el de la consulta pública. 

P.- ¿Cómo afecta la prórroga de los presupuestos al Imserso?

R.- Mal. Había un acuerdo de Gobierno que contemplaba un incremento importante en la financiación, como lo ha habido los pasados años, pero con la prórroga, eso no ha sucedido. Es una pena. 

P.- ¿Qué valoración hacen de esta temporada de los viajes del imserso? ¿Ha habido más quejas que otros años? ¿Cuáles son las más comunes?

R.- Se está analizando todo el funcionamiento del programa de Turismo Social. Precisamente, en los próximos días nos reunimos para decidir qué vamos a hacer durante el año que viene. Estamos en un momento de evaluación de lo que se ha hecho hasta ahora y seguramente de introducción de algunos cambios, pero vamos a esperar un poco.

P.- ¿No pueden dar aún una valoración de la temporada?

R.- Ha sido una temporada que ha tenido algunos problemas de cumplimentación, de hoteles de cuatro y tres estrellas, y este tipo de cosas. Pero siguen teniendo un índice de satisfacción altísimo. Si tuviéramos que hablar de una manera estricta, la satisfacción sigue siendo muy alta, pero nuestro nivel de exigencia es que se cumpla lo establecido en la licitación que se ha concedido. 

P.- Y, ¿pueden decir si se ha cumplido o no?

R.- Todavía no. Enseguida.