Verónica Mollejo
Viajes
Los mejores paradores para tu próxima escapada invernal
En invierno apetecen otro tipo de escapadas, más idílicas y confortables que en verano
Cuando nos vamos de viaje, estamos acostumbrados a reservar nuestro alojamiento en hoteles, apartamentos o casas rurales. Sin embargo, el sector turístico incluye otros espacios que aportan a tu escapada un encanto adicional. Es el caso de los paradores, un tipo de establecimiento que nace de las posadas de antaño, pero que con el paso del tiempo se ha transformado en una opción totalmente diferente.
Actualmente, los paradores son hoteles de lujo que actúan al mismo tiempo como atracción turística, pues suelen ubicarse en edificios históricos de increíble valor. Monasterios de piedra, conventos, hospitales, antiguos palacios... Todo un despliegue de belleza y sofisticación para ofrecer a los huéspedes una experiencia única.
Aunque, obviamente, puedes recurrir a ellos durante todo el año, los meses más fríos del inverno son los que mejor combinan con este tipo de alojamientos, gracias la distinción, la comodidad y el carácter acogedor de sus instalaciones. Bajo esta premisa, ¿qué paradores puedes escoger para tu próxima escapa?
Parador de Santo Estevo
Comenzamos en la Ribera Sacra, un espacio natural sin igual ubicado en el interior de Galicia. Entre la vegetación más exhuberante se encuentra el Monasterio de Santo Estevo, cuya construcción se remonta a los siglos VI y VII, convertido ahora en un precioso parador de estilo barroco y románico. En 1923 fue declarado Monumento Histórico Artístico y no es para menos, pues la monumentalidad que rezuman sus estancias quita el habla a cualquiera. El parador incluye un restaurante junto al bosque, amplios y bellos salones, un spa con vistas y una cafetería con terraza en el claustro de la portería.
Parador de Cangas de Onís
Como su propio nombre indica, este establecimiento se encuentra a tan solo dos kilómetros del pueblo homónimo, uno de los rincones más espectaculares de Asturias. Al igual que el anterior, este parador es un antiguo monasterio con espectaculares estancias de piedra y madera. Si eres de los que disfrutas haciendo rutas de senderismo en plena naturaleza, ten en cuenta que se encuentra muy cerca del Parque Natural de Los Picos de Europa y los lagos de Covadonga. El plan ideal para un estupendo fin de semana.
Parador de Lerma
En este caso, nos trasladamos hasta un palacio de la época de los Austrias, cuya elegancia y majestuosidad se mantienen intactas. Sin embargo, si hay una zona que llama especialmente la atención de los huéspedes es el patio central, rodeado de bellas galerías de columnatas. Este entorno privilegiado se ve enriquecido por la atmósfera medieval que transmiten las calles que lo rodean. Y es que este rincón de Burgos incluye algunas joyas arquitectónicas que también debes visitar, como el convento de San Blas o el Pasadizo del Duque.
Parador de León
Cuando llegues a la entrada pensarás que te has equivocado de dirección, pues su fachada labrada es más propia de la vivienda de un antiguo monarca. De hecho, la obra del Hostal de San Marcos fue financiada por el rey Fernando el Católico para albergar la sede principal de la Orden de Santiago. Por suerte para nosotros, hoy constituye uno de los paradores monumentales más extraordinarios del país, pues no solo incluye las habitaciones de rigor, también un claustro, una biblioteca, una iglesia e incluso la sillería del coro.
Parador de Granada
Cambiamos totalmente de estilo. Pasar una noche en el recinto de La Alhambra es posible gracias a este parador que nos traslada a una época donde lo árabe y lo cristiano compartian protagonismo. Este antiguo convento fue construido por orden de los Reyes Católicos sobre un palacio nazarí, del que aún se conservan la Al Qubba, una cúpula propia del arte musulmán que solía usarse como monumento funerario o decorativo en los salones del trono, y la Sala Nazarí. Además, podrás degustar lo mejor de la gastronomía de la zona en su restaurante.
Parador de Lorca
Construido en el recinto del Castillo de Lorca, en Murcia, este parador se integra a la perfección con el yacimiento arqueológico encontrado a sus pies y ofrece unas instalaciones que harán de tu estancia invernal uno de los mejores momentos del año. Junto a la muralla almohade, la alcazaba del castillo o los restos de una sinagoga del siglo XV, podrás relajarte en su spa con los tratamientos más sofisticados, además de aprovechar los talleres, exposiciones y demás experiencias culturales que ponen a tu disposición.
Parador de Alcalá de Henares
Hogar de Cervantes y germen de la cultura literaria de nuestro país, Alcalá de Henares incluye entre sus alojamientos este parador ubicado en un colegio-convento y Hostería del Estudiante del siglo XVII, fiel antecesor del antiguo Colegio Mayor de San Jerónimo. A diferencia de las opciones anteriores, si diseño es más moderno, exquisito y minimalista, dando lugar a un espacio que combina por igual tradición y vanguardia.
Parador de Zafra
Y finalizamos nuestro recorrido en Badajoz, más concretamente en un castillo del siglo XV cuyo patio renacentista hace las delicias de los afortunados huéspedes. Su construcción se inició en 1437 para servir como residencia a los duques de Feria, por eso su decoración, que se conserva a la perfección, transmite esos aires de grandeza. Sus espaciosas habitaciones, la piscina y el jardín, además de la belleza de la ciudad de Zafra, harán que tu escapada invernal sea difícil de superar.