Cómo ver Mónaco en un fin de semana, a tu ritmo y sin perderte absolutamente nada

Mónaco es uno de los destinos más visitados de la Costa Azul, en parte por la belleza del lugar y también por la fama, el lujo y las mil historias sobre artistas, escritores o actores que contribuyeron a que el Principado fuese conocido a nivel mundial, especialmente después de la boda de Grace Kelly y el príncipe Rainiero.

Si dispones de poco tiempo, la mejor opción para viajar hasta allí es el avión. Tienes vuelos desde Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas que aterrizan en el Aeropuerto Internacional Niza-Costa Azul y desde aquí es muy fácil coger un autobús que te dejará en el Principado en unos 30 minutos. Hay que decir que, si quieres entrar al Principado derrochando glamour, también tienes helicópteros que te llevarán desde el aeropuerto al helipuerto monegasco en menos de 10 minutos.

El recorrido imprescindible para conocer Mónaco

La primera visión del Principado, que se abre al Mediterráneo en una hermosa bahía protegida por el montículo conocido como La Roca, no defrauda. El espléndido Puerto Hercule, con las enormes y exclusivas embarcaciones junto a los yates de lujo, es una de las imágenes que más impactan a los extranjeros.

Desde este punto, toca iniciar el recorrido para descubrir algunos de los lugares imprescindibles de Mónaco. Al centro histórico se llega ascendiendo por las calles estrechas y sinuosas que parten del puerto y desembocan en la plaza donde está el Palacio de los Príncipes de Mónaco, la antigua fortaleza genovesa que, en el siglo XIII, conquistó la familia Grimaldi. Desde la plaza, las vistas son espectaculares y, si quieres, puedes visitar parte del palacio. A las 11:55 se produce el cambio de guardia, que también puedes aprovechar para ver. Déjate llevar por el encanto de esta zona donde también destaca la Plaza de Armas, en la que se instala el tradicional Mercado de la Condamine.

Lo mejor de Mónaco es que los lugares de interés están próximos unos de otros. Por lo que, tras visitar el corazón del casco antiguo, puedes acercarte a conocer otros edificios como la Catedral, construida en el siglo XI en estilo románico bizantino y donde se encuentra la sepultura de los príncipes de Mónaco, Grace y Rainiero. También es interesante la visita al Museo Oceanográfico (@OceanoMonaco), levantado sobre la misma roca que protege el puerto y con más de un siglo de historia.

Si algo te falta por ver es, sin duda, el famoso Casino de Monte-Carlo (@MonteCarloSBM). El mítico edificio es de 1863 y fue construido por Charles Garnie, autor también de la Ópera de París. Si haces noche en el Principado, no dejes de entrar a este famoso casino "de película". Jugar o no es lo de menos, pero la experiencia de verlo por dentro y su ambiente nocturno merecen la pena.

Para terminar, si te gusta la Fórmula 1, date el capricho de conducir por el circuito urbano del mítico Grand Prix de Montecarlo. Será algo que no olvidarás fácilmente.