Un lugar de cuento en Sintra, a pocos kilómetros de Lisboa
A 30 kilómetros al Oeste de Lisboa, entre jardines y palacios de ensueño, aparece una villa portuguesa de 20.000 habitantes. De origen celta y antigua residencia vacacional para aristócratas del siglo XV, Sintra se abre paso entre un amplio entorno natural que bien podría ser parte de un cuento de Disney.
Palacios y castillos de una arquitectura de apariencia medieval, realmente colorida y bien adaptada a su entorno conformado por bosques y jardines, dominan el paisaje de este lugar de leyenda. Pese a sus calles empinadas -típicas de Portugal-, Sintra se ha situado como uno de los lugares más bellos del país.
La Quinta da Felicidade
Entre todas las quintas que parecen casi nacidas del mismo suelo que los árboles que las rodean, se encuentra el 'Palacio Disney de Sintra', cuyo nombre real es Quinta da Felicidade. Se extiende por 9.200 m2 en el Parque Natural de Sintra-Cascais y está formado por una mansión, tres piscinas, un salón de baile y una especie de palacio réplica del de Disney.
Un auténtico lujo. Y un capricho. Un capricho de la hija del empresario Carlos Maia Nogueira, que le regaló una particular "casa de muñecas". Compró el terreno en 1986 por 70 millones de escudos (349 mil euros actuales) a un inglés casado con una española llamada Felicity, de ahí el nombre del lugar. Fue lo único que mantuvo, ya que mandó demoler toda la finca para construir la mansión de lujo que él quería con todo detalle: piscinas al aire libre y cubiertas, calefacción de suelo radiante, las columnas de mármol más grandes de Portugal, un búnker...
Con permiso de Disneyland París
El empresario se encargó de que no quedara ni un cable suelto y pidió permiso a Disneyland París para construir el regalo de su hija. De hecho, recibió incluso fotos y planos para conseguir que la réplica fuera lo más real posible. Aunque el Ayuntamiento de Cascais envió varias órdenes de demolición entre 1995 y 1998, estaba todo en orden y eso nunca sucedió.
Además de ser la casa familiar, la finca hacía las veces de local para formación de empresas, fiestas y eventos de marcas internacionales. La empresa de Maia Nogueira, Solbi, la tenía alquilada por 10.000 euros mensuales. Pero en la década del 2000 los lujos se acabaron por un motivo: las deudas.
¿Puede visitarse hoy?
La Quinta da Felicidade sigue en pie, aunque se encuentra bastante escondida y, lamentablemente, vandalizada. A día de hoy es propiedad del banco y ha dejado de parecer de cuento de hadas; pero con un poco de imaginación -o azúcar- e ilusión, se puede seguir observando el palacio Disney que un día sirvió de casa de muñecas para una niña portuguesa.
