Victoria Herrero
Viajes
Escapadas en transporte público a tiro de piedra de Barcelona
En menos de una hora puedes conocer lo mejor de su gastronomía o de su arquitectura local
Nadie pone en duda que Barcelona es uno de los lugares más turísticos no solo en España, sino también a nivel internacional. La Sagrada Familia, el Park Güell, la Pedrera-Casa Milá y la Casa Batlló son algunos de los puntos de interés más transitados. Sin embargo, si tras hacer el recorrido clásico por la ciudad te queda algo de tiempo y quieres escapar del mundanal ruido y la gran cantidad de turistas que pasean por la capital catalana, no hay nada como hacer una pequeña excursión por sus alrededores.
Pero, ¿qué pasa si no tienes coche? No hay problema alguno, ya que las propuestas de ocio de las que vamos a hablar se pueden hacer perfectamente usando el transporte público. ¿Cuáles son dichos destinos?
Monserrat
Un lugar que no puede faltar y que acoge a muchos de los visitantes que antes o después se acercan a Barcelona: Montserrat (@montserratinfo) y el santuario donde se encuentra la Moreneta, patrona de Cataluña. Es el nombre popular, debido al color de su tez, con el que se conoce a la imagen de la Virgen de Montserrat. Una talla románica policromada de finales del siglo XII que se ubica en este impresionante paraje natural, a unos 50 kilómetros de la ciudad condal.
Para llegar a este lugar mágico sin usar un vehículo particular, debes acudir a la estación de la Plaza de España de Barcelona o a cualquiera de las paradas de la línea Llobregat-Anoia de los Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (@FGC). Una vez llegas a Monistrol de Monserrat, el siguiente paso es tomar el tren cremallera hacia el monasterio.
Parque Natural de Collserola
También en ferrocarril puedes conocer este inmenso parque, que te ofrece cientos de posibilidades para disfrutar de la naturaleza en estado puro. Se encuentra en el municipio de San Cugat, no muy lejos de Barcelona, y se extiende en una superficie de más de 8.000 hectáreas, que hacen de este escenario natural el verdadero pulmón de la ciudad condal. Un espacio protegido que cuenta con dos reservas naturales, como son la Font Groga y la Rierada-Can Balasc, y donde podrás hacer rutas de senderismo o bien itinerarios guiados los domingos, organizados por el Club Muntanyenc San Cugat.
Para descubrirlo, puedes usar los trenes públicos que te llevan hacia la comarca del Vallés e ir descubriendo a cada kilómetro cómo el paisaje se transforma y se va volviendo cada vez más verde. Aunque también puedes acercarte hasta sus inmediaciones por medio del metro (líneas 3 y 11), a través del servicio de Cercanías de Renfe (@Renfe) o en autobús urbano desde Barcelona.
Sitges
Barcelona tiene mar, pero qué mejor que aprovechar estas bondades en un precioso pueblo costero que no se encuentra muy lejos. Hablamos de Sitges, conocido a nivel internacional por su famoso festival de cine y destino predilecto de muchos turistas. Personas que no solo buscan el sol, sino también disfrutar de su ambiente y una arquitectura local que mezcla rasgos modernistas con coloniales. Estas son las casas de aquellos "indianos" que regresaron a la localidad a principios del siglo pasado.
Puedes dar un paseo muy agradable, Sitges no es demasiado grande, para contemplar su casco antiguo, las antiguas casas de pescadores, el Palau de Maricel, con su conocido patio y los característicos colores blanco y azul en una clara alegoría marítima, o el Museo Cau Ferrat, con obras de Picasso o El Greco. Un recorrido que se observa desde la atalaya por la espectacular iglesia de Sant Bartolomeu, emblema de la ciudad e imagen principal que aparece en muchas de sus postales turísticas.
Lo mejor para llegar a Sitges e ir contemplando el mar desde la ventanilla del vagón es hacerlo en tren. Un transporte público que sale desde la estación de Sants y conecta con la de esta localidad, en algo más de media hora y tras hacer tres paradas.
Vilafranca del Penedés
Pero si tu idea para esta escapada es disfrutar de lo mejor de la gastronomía catalana, sin duda debes acercarte hasta la comarca del Penedés, donde se encuentran los viñedos de su cava más famoso. Bodegas conocidas a nivel mundial y donde aprenderás todo acerca del mundo del vino espumoso, gracias al denominado enoturismo cada vez más creciente.
En algo menos de una hora de trayecto en ferrocarril y desde la estación de Sants puedes estar en la localidad de Vilafranca del Penedés. Además de este pueblo tan famoso, otros que merece la pena visitar son L’Arboç o Sant Sadurní d’Anoia, que también tienen estación ferroviaria para poder llegar hasta ellos. En el último caso, incluso puedes hacer parte del trayecto en un autobús interurbano que conecta el municipio con la capital.
Aparte de realizar visitas y catas a esas bodegas, los atractivos turísticos de la localidad se descubren en un paseo. Es el caso de VINSEUM (@vinseum), el museo de la cultura del vino de Cataluña, la Basílica de Santa María o las calles que te recordarán a un pasado entre medieval y modernista.