Teresa Rey
Viajes
Conoce El Boalo, el pueblo de Madrid más sostenible de España
Con algo más de 7.000 habitantes este municipio madrileño cumple con los estándares de residuo cero
A los pies de la vertiente meridional de la Sierra de Guadarrama, se encuentra El Boalo, el pueblo más sostenible de Madrid y también de España. Con algo más de 7.000 habitantes este pequeño municipio ha logrado cumplir con los estándares de residuo cero y de economía circular de acuerdo con la iniciativa Zero Waste Europa, cuya traducción significa “Residuo Cero Europa”.
El proyecto
Este proyecto europeo es un movimiento que se basa en la creación de grupos locales de Residuo Cero, con el objetivo de reducir los residuos para mejorar la sostenibilidad, la resiliencia económica y la cohesión social. Así pues, implica el diseño y gestión de productos y procesos que reduzcan el volumen y la toxicidad de los materiales que conforman los residuos, conserven y recuperen los recursos naturales y no terminen incinerados o enterrados.
Para conseguir este objetivo es necesario implantar un cambio cultural entre la ciudadanía, donde está muy arraigado el hábito de usar y tirar. Por eso, su filosofía es establecer una sociedad de reciclaje, reduciendo el uso de materiales y de residuos. Esto se consigue implicando en el proyecto a la Comunidad, de modo que la población tiene que ser incentivada para involucrarse en este Plan de Residuo Cero. Necesita de este modo, ser parte activa en el diseño de sistemas de gestión de los recursos encaminados a conseguir esa reducción de los residuos. La educación es clave, así como la disposición de recursos para continuar con esta filosofía de forma prolongada.
Todo esto es lo que tuvo en cuenta Javier de los Nietos, el alcalde de El Boalo, Cerceda y Mataelpino, a la hora de sumergirse en el proyecto que ha hecho posible que El Boalo sea la localidad más sostenible de todo el país, y cumplir con los estándares establecidos por Zero Waste Europa.
La idea comenzó a desarrollarse en el año 2016, cuando se decidió cambiar el servicio de gestión de recursos sólidos urbanos y la limpieza viaria. Gracias a una subvención que obtuvo de los Planes de Impulso al Medio Ambiente (conocidos como PIMAs) del Ministerio de Transición Ecológica, comenzaron a desarrollar el programa que iba a cambiar la gestión de las basuras de la localidad.
Los vecinos respondieron de forma inmediata y muchos de ellos comenzaron a colaborar en el programa de recogida puerta a puerta de la basura, de modo que se pudieron categorizar los restos. También se empezó a implantar el compostaje doméstico.
Los residuos
Después decidieron que era necesario que estas formas de tratar los recursos y residuos se transmitieran a las nuevas generaciones. Por este motivo instalaron avicomposteros cerca de las escuelas. Estos consisten en un espacio que se ha convertido en un aula de trabajo en la naturaleza, donde los alumnos observan cómo las gallinas se alimentan de los restos orgánicos del comedor, y además hay unas composteras donde se reutilizan otros desechos y un huerto en el que se da una nueva vida al material compostado para obtener alimentos como hortalizas.
Otras de las iniciativas de El Boalo es hacerse con un rebaño propiedad del Ayuntamiento, de cabras guardarrameñas. Por un lado, tener estos animales implica estar protegiendo una especie que está en peligro de extinción, y por otro, se está impulsando el pastoreo, una profesión que corre el riesgo de desaparecer. Al mismo tiempo con este rebaño, El Boalo ha conseguido también completar su política de gestión de residuos. Con las cabras se realiza el desbroce natural de las parcelas, de modo que se reducen los restos vegetales del municipio y se previenen los incendios.
A su vez este rebaño, ha generado riqueza pues ha dado lugar a una quesería, llamada Maliciosa, que elabora sus artículos (distintos tipos de quesos) con la leche producida por las cabras, y a otra ganadería dentro del municipio que genera productos cárnicos.
Otras iniciativas
El Boalo ha puesto en marcha otras iniciativas como Buenacompra BCM, un proyecto de consumo de proximidad innovador, ecológico y local, que mantiene una interrelación comercial entre los vecinos de El Boalo, Cerceda y Mataelpino. Es como un mercado de abastos o un mercado local 2.0, que reparte los pedidos a domicilio en vehículos 100% eléctricos. De forma paralela, han elaborado una fórmula para dar salida a los enseres, mobiliario y utensilios que los vecinos ya no desean. Se clasifican y etiquetan, y en lugar de convertirse en desechos se les vuelve a dar una segunda vida.
En una entrevista concedida al elconomista.es, el alcalde del municipio ha asegurado que la clave de haber conseguido este título de pueblo más sostenible de España, ha estado en una buena planificación estratégica y en la participación e implicación de la ciudadanía. Esta última es vital en su opinión, y es por ello que considera fundamental invertir en políticas de educación, sensibilización, y desarrollar proyectos que incentiven y estimulen esta colaboración por parte de los ciudadanos.