Teresa Rey
Viajes
Eslovenia, un bello país rodeado de cascadas, bosques y parques naturales
Con poco más de dos millones de habitantes, esta región destaca por su naturaleza desbordante
Eslovenia o la República de Eslovena, se formó como país tras independizarse de Yugoslavia en el año 1991. Fue un conflicto armado que duró solo diez días, de ahí que se denominara la Guerra de los diez días. Constituyó la primera guerra de disolución de la extinta Yugoslavia, que dio lugar a la constitución de cinco nuevas repúblicas soberanas más: Croacia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Macedonia del Norte y Serbia. Pese a poseer una belleza paisajística muy llamativa no es un país tan explotado turísticamente como sucede con su vecina Croacia. Sin embargo, los eslovenos también poseen una tierra con numerosos rincones que visitar.
Parque Nacional de Triglav
Con poco más de dos millones de habitantes, este país destaca por sus cascadas, bosques y parques naturales, muchos de los cuales se encuentran protegidos. En total dispone de 44 parques paisajísticos y tres parques regionales. Dentro de estos destaca el Parque Nacional de Triglav, el único de la región catalogado de este modo, pero uno de los más antiguos de Europa. Su cima más alta, de 2.864 metros, es la que da nombre al parque. Abarca casi todos los Alpes julianos situados en terreno esloveno.
Aquí se desarrolló uno de los enfrentamientos más sangrientos de la Primera Guerra Mundial, las llamadas batallas de Soca, donde en una línea de trincheras cayeron miles de soldados italianos y austro-húngaros. En la población de Kobarid, a la falda del parque, hay un museo donde se recuerda este hecho histórico.
Las formas de visitar el parque son muy variadas. Se puede hacer una ruta circular en coche deteniéndose en distintos puntos de interés como los lagos de Bled y Bohinj y realizar el paso de montaña de Vrsic que nos lleva a las alturas después de serpentear por sus cincuenta curvas. También podremos detenernos en el valle de Soca, en cuyo río se puede practicar rafting. La zona está repleta de rutas para los amantes del senderismo, algunas de las cuales nos llevan a hasta la cumbre del pico Triglav.
La Reserva Natural de Zelenci es otro de los regalos que la naturaleza ha hecho a Eslovenia. Se ubica al borde de la población de Podkoren, en la parte más al norte del Parque Nacional de Triglav. Lo más llamativo son los pantanos y los lagos, como el Lago Verde Esmeralda o los Lagos de Zelenci.
Más naturaleza
Además, está el Parque de Kozjansko, en la región de Savinjska, en donde se pueden contemplar diversos castillos. En la zona costera del Carso, nos toparemos con el Parque Grutas de Skocjan, en donde destacan las cuevas que recorre el río Reka. Aquí se sitúan el Parque Natural Strunjan y el Parque Natural de Salinas de Secovlje, donde podremos conocer cómo se realiza el proceso de fabricación de la sal.
En Pomurska, se encuentra el Parque Natural de Goricko, una de las zonas más secas de Eslovenia, y que por ello mismo muestra paisajes singulares. Mientras que en la parte de Notranjska-Cárstica destaca la llanura que alberga un lago que aparece y desaparece según la frecuencia de las lluvias, este paisaje forma parte del Parque Regional de Carniola Interior, en Cerknica. El bosque de hayas o las cascadas del Parque de Logar, en Savinjska, invitan a pasear y seguir disfrutando de la naturaleza.
Uno de los lugares más visitados por los turistas es el Bosque de Trnovo (cerca de Predmeja), donde es parada obligatoria la Gran Cueva de Hielo de Paradana, en la que se aprecian unas lenguas de hielo perpetuas, que antiguamente se usaban para refrigerar los alimentos.
Cascadas y cuevas
En cada uno de estos rincones podemos contemplar algunas de las más de 300 cascadas que tiene el país. Algunas de ellas son la de Savica, Rinka, Boka y Kozjak.
Posee además diversas cuevas de interés como la de Postojna, paraíso de las estalactitas, la cueva Pivka, muy cercana a esta, y la cueva Negra. Sobresalen igualmente las cuevas de Skocjan que son un sistema de cuevas calizas en la región de Karst en el suroeste de Eslovenia, y que comprenden alrededor de ochos kilómetros de pasajes subterráneos, un río subterráneo y varias cascadas.
Castillos y vinos
Entre los monumentos más emblemáticos de Eslovenia, cabe indicar que sus castillos son algunas de las edificaciones más llamativas. Uno de ellos se halla en su capital Ljubljana, una ciudad en la que es interesante detenerse no solo por esta construcción. Se trata de una imponente fortaleza medieval a la que se puede acceder por un teleférico si no deseamos subir la empinada cuesta que nos lleva hasta él.
El Castillo de Predjama, que se sitúa muy cerca de las Cuevas de Postojna y es un lugar que merece la pena por la historia que encierra. Se ofrece la posibilidad de visitar las grutas que unen el interior del edificio con diferentes pasadizos naturales, pero es necesario realizar una reserva previa.
Otros castillos que sobresalen son el de Sneznik, Stanjel y el de Ptuj. En el de Velenje, destaca su entorno que parece sacado de un cuento de hadas.
En Eslovenia el vino es un elemento fundamental de su gastronomía. Es por ello que hay más de 20 rutas que tienen como protagonista este caldo. Se pueden visitar desde los viñedos más antiguos hasta nuevos campos de vides.