Pueblos con encanto de la provincia de Salamanca

España es un país que disfruta de una heterogeneidad inusitada. Todo aquel que haya recorrido dicho territorio sabe que no es lo mismo visitar los pueblos del sur de la península que hacer lo propio unos kilómetros más al norte. Las características de ambas zonas son totalmente diferentes, aunque la mayoría de ellas hacen gala de un encanto muy especial.

Hoy nos toca descubrir los pueblos más bonitos y acogedores de la provincia de Salamanca, ubicados en entornos naturales de increíble belleza y vegetación, y acordes a un legado histórico que se mantiene inalterable al paso del tiempo. Si vives en Castilla y León o tienes programada una escapada a esta comunidad, no dudes en planificar una ruta por estos rincones de nuestro país, no te arrepentirás.

La Alberca

Quien haya tenido la suerte de recorrer sus calles coincidirá en que La Alberca es una de las poblaciones salamantinas más bonitas y encantadoras. Ubicado en el valle de Batuecas, que forma parte de la espléndida comarca de la Sierra de Francia, este pueblo destaca especialmente por su casco antiguo, donde la Plaza Mayor acapara todo el protagonismo ya que allí se encuentran las casas que fueron construidas siguiendo el estilo tradicional de la zona. Tampoco puedes perderte la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción o el Camino de las Raíces, una interesante ruta de senderismo.

Candelario

En este caso nos trasladamos a la comarca de la Sierra de Béjar, en plena Reserva de la Biosfera, y declarada Espacio Natural Protegido. Esto se debe a los bosques de castaños y robles que rodean el pueblo y que componen unas vistas capaces de impresionar a cualquiera. Sus calles estrechas y empedradas, así como sus conocidas regaderas, te transportarán al pasado. Y es que se trata de uno de los núcleos urbanos mejor conservados de la provincia. De hecho, en 1975 también fue declarado Conjunto Histórico-Artístico.

Miranda del Castañar

Regresamos a la comarca de la Sierra de Francia para descubrir esta localidad ubicada en la cima de una colina, lugar donde su imponente castillo acapara todo el protagonismo. En torno a un antiguo recinto amurallado se levanta este pueblo que fue declarado Conjunto Histórico Artístico y Patrimonio Histórico de España. Buen ejemplo de ello son la Ermita de Nuestra Señora de la Virgen de la Cuesta, la Casa del Escribano y, por supuesto, el Castillo de los Zúñiga y la Alhóndiga.

Mogarraz

Además de la arquitectura propia de la zona y el encanto que transmiten sus calles, Mogarraz llama especialmente la atención por una costumbre que deja atónitos a todos los visitantes. Conocido como 'el pueblo de las caras', la mayoría de sus fachadas lucen con orgullo las fotografías de aquellas personas que vivieron en dichas viviendas años atrás. Obra del artista Florencio Maíllo, esta iniciativa busca rendir homenaje a aquellas personas que decidieron quedarse en su hogar y no emigrar, manteniendo con vida el municipio.

Béjar

Actual capital de la comarca, Béjar es una ciudad que ya existía en el año 400 a.C., siendo el hogar de algunos de los pueblos más destacados de la Península Ibérica: romanos, visigodos, árabes... Por eso sus edificios más emblemáticos combinan las características propias de todas estas culturas, dando como resultado una villa de increíble riqueza. La Iglesia de San Juan Bautista, el Palacio de los Duques de Béjar, la Plaza Mayor o la ruta de las antiguas fábricas textiles son algunos de los lugares que debes incluir en tu recorrido.

Además, si tienes pensado visitar la zona, no dudes en hacerlo durante el mes de junio, pues el día 23 tendrá lugar la famosa fiesta de los Hombres de Musgo.

San Martín del Castañar

Enclavado en mitad de una colina, esta localidad salamantina conquista a todos los turistas por su arquitectura serrana, sus casas de piedra y entramados de madera. Tal es la historia que recoge este lugar que se han encontrado restos que confirman la presencia de romanos y visigodos en sus tierras como, por ejemplo, el campamento de la Logarías. Uno de los puntos que no debes pasar por alto es la plaza de toros, que destaca por un trazado irregular, aunque también merece la pena el Castillo de la Biosfera, construido en el siglo XV y que conserva la fachada de sus dos torres.

Ledesma

Este pintoresco pueblo, que se encuentra a tan solo 30 minutos de Salamanca, es una villa medieval declarada Conjunto Histórico Artístico. Un lugar increíble y fascinante que está compuesto por unas imponentes murallas, de más de tres kilómetros cuadrados, el río Tormes protegido por sus puentes, los antiguos palacios de los siglos XV-XIX y otros edificios históricos como el Hospital de San José, la grandiosa Iglesia de Santa María la Mayor o la Casa Consistorial.