Comienza la temporada de sidra en Guipúzcoa y estas son algunas sidrerías para disfrutarla

La cantante Izaro (@IzaroAndres) ha sido la encargada de abrir la XXVII temporada de sidra en Guipúzcoa. Un pistoletazo de salida, al ritmo de la popular expresión ¡txotx!, en la sidrería Alorrenea de la localidad de Astigarraga. Por delante ahora hay un par de meses (hasta abril o mayo, en algunos casos) para degustar la producción de este año que, en palabras de los propios organizadores, se caracteriza "por ser equilibrada y con aroma a fruta fresca". 

Un acto simbólico donde el protagonista, además de probar la primera sidra de la temporada, planta un manzano nuevo en el manzanal como una muestra de la renovación de la naturaleza que hace posible que cada año se deguste esta bebida.

Un día de sidrería en pleno monte guipuzcoano

Puede que algunos no lo sepan, pero no solo se elabora sidra en Asturias. En este rincón del País Vasco es toda una tradición entre las familias ir a comer, sobre todo en plena temporada, a algunas de las antiguas sidrerías donde elaboran su propia producción. Todo para saborear una bebida que se diferencia de la asturiana en matices como el tipo de manzana que se emplea. Además, la sidra vasca se mantiene a una temperatura inferior a la que se conserva en los lagares asturianos, lo que hace que sea más ácida, y el proceso de prensado se hace en más ocasiones que en Asturias.

Y para comprobar esos pequeños detalles, nada como acercarnos hasta la localidad de Astigarraga (@AstiarrakoUdala) y tomar un par de vasos, con moderación. Hablamos de un pueblo de poco más de 5.000 habitantes, pero que lleva con honor eso de ser el municipio que más sidrerías tiene de toda Europa, por kilómetro cuadrado y habitante, cerca de una veintena en la actualidad. En todas ellas podemos acompañar ese sorbo con el típico menú que se sirve en esta ocasión: tortilla de bacalao, bacalao con pimientos, chuletón y de postre queso, nueces y membrillo.

¿Y dónde lo haremos? En algunas de estas sidrerías que hoy descubrimos y que se encuentran en la zona.

Petritegi

Empezamos la lista por la sidrería que, sin duda, todos conocen en Astigarraga y alrededores. Un negocio (@Petritegi) de tradición milenaria que sigue en funcionamiento. Desde comienzos del siglo pasado está en manos de una misma familia, los Otaño Goikoetxea, pero el origen de este caserío-lagar se remonta al siglo XVI, cuando fue levantada la "casa de Petri" por orden del donostiarra Petri de Igeldo. 

Pero volvamos al presente. Aunque esta sidrería está abierta todo el año, es en estos meses cuando el inmenso comedor presidido por los barriles de sidra (las kupelas) se llena de vecinos y visitantes. Un entorno familiar donde degustar la sidra de elaboración propia que, además, nos podemos llevar a casa, ya que también cuentan con una tienda. 

Además de este negocio de hostelería, la sidrería Petritegi se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos y ofrece actividades para todos los gustos. Desde ver la tierra donde crecen y maduran los manzanos, y descubrir cómo se elabora la sidra, hasta las catas con degustación o los soprendentes viajes en canoa por el río Urumea.

Astarbe

Sidreros desde 1563, ahí es nada. Visitamos ahora una sidrería (@AstarbeSagar) que lleva varios siglos elaborando su propia bebida, en una casa que también tiene mucha historia y que todavía hoy podemos contemplar. Una tradición que ha pasado de generación en generación y en la que cuidan con mimo sus manzanos durante todo el año para que estos les den sus mejores frutos en otoño. A continuación, hacen un proceso de vendimia de forma natural y embotellan su sidra de la misma manera. Tras tres meses en reposo, ya es hora de que probemos el resultado.

Y lo mejor es acercarnos a este rincón y disfrutar de sus visitas guiadas para conocer toda la elaboración artesana, además de degustar la sidra y tomar un pequeño bocado de chorizo y queso para calmar el hambre. Y si ya queremos pasar al comedor, allí nos espera el menú tradicional que se sirve en la época del txotx. 

Iretza

En comparación con las dos anteriores, esta sidrería no cuenta con tanta experiencia ni siglos de historia. De hecho, todo lo contrario, es bastante moderna pero guarda un secreto que seguro que divertirá a los más pequeños de la familia. En uno de sus comedores tenemos la posibilidad de comer en el interior de una kupela. Una experiencia muy curiosa para vivir desde dentro la verdadera esencia de la sidra en Guipúzcoa. 

Precisamente, si llevamos a los niños estos también podrán disfrutar de este ambiente festivo, ya que además de los tradicionales platos que se sirven, la Sidrería Iretza cuenta con una amplia carta en la que elegir fritos variados, ensaladas, solomillo, chipirones o cordero, por poner algunos ejemplos. Para terminar, qué mejor que probar uno de sus deliciosos dulces, un sueño para los comensales más golosos.

Vista de uno de los comedores (Sidrería Iretza)