Victoria Herrero
Viajes
Un mágico recorrido por el palacio de Versalles y sus impresionantes jardines
La residencia real era todo derroche y ostentación hasta el comienzo de la Revolución Francesa
Retrocedamos en el tiempo. Estamos en el mes de octubre del año 1793, todo París se echa a las calles para ver la ejecución de María Antonieta, la reina destronada, tan solo nueves meses después de que su marido Luis XVI corriera la misma suerte. No solo era el fin del matrimonio real, sino también la culminación del esplendor que tuvo el Palacio de Versalles (@CVersailles), ya que con ellos fue todo un ejemplo de derroche y ostentación.
Hoy, y varios siglos después, recorremos la magia de este impresionante edificio real que, junto con sus maravillosos jardines y otros palacios más pequeños, es una de las atracciones turísticas del país galo.
Todo comenzó con Luis XIV
El primer rey que empezó a dar vida a este espacio fue Luis XIV que mandó ampliar el antiguo pabellón de caza creado por su padre. El famoso 'Rey Sol' decidió dotarlo del aspecto majestuoso que hoy contemplamos e hizo de este palacio la sede de la corte francesa y de su gobierno desde el año 1682 hasta el estallido de la Revolución Francesa en 1789.
Precisamente, la historia del país es la que todavía hoy se puede admirar en este conjunto de edificios, estancias, salas, pasillos, patios e impresionantes jardines que hoy recorremos maravillados.
A unos 20 kilómetros de la capital francesa se encuentra este reciento real donde podemos recorrer las estancias de los antiguos reyes, como la capilla y los Grandes Aposentos del rey y la reina o la impresionante Galería de los Espejos con más de 70 metros de largo y más de 370 espejos. Espejos que fueron testigos de la firma del tratado de Versalles que ponía fin en el año 1919 a la Primera Guerra Mundial.
Desde el palacio principal uno puede acercarse también a los palacios de Trianon y el Dominio de María Antonieta donde la reina huía del protocolo y el fasto de la corte. Era su espacio privado para olvidarse de la asfixiante vida palaciega.
La magia de sus jardines
Versalles es también conocido por su amplios y cuidados jardines. Recorrer estos famosos espacios verdes lleva su tiempo ya que se trata de una extensión enorme entre plantas, árboles, arbustos, fuentes y estatuas que recuerdan el esplendor de la corte francesa de antaño. Como se trata de una vasta zona, lo mejor es recorrer estos rincones naturales en bicicleta, coche eléctrico o montados en un pequeño tren que circula por las inmediaciones.
Igual tienes suerte y puedes visitar este bello palacio entre los meses de abril y octubre y contemplar algunos de los espectáculos de luces y sonido que se realizan en las fuentes de los estanques de estos jardines.