Victoria Herrero
Viajes
Recorriendo el valle de Hunza en Pakistán: la tierra de la eterna juventud
Uno de los rincones más espectaculares es el lago Attabad con sus aguas de un color azul intenso
Hasta 120 años. Es lo que dicen que llegan a vivir los habitantes de estas tierras remotas bañadas por el río Hunza en Pakistán. Es por eso que es considerado como el valle de la eterna juventud por esa suerte que tienen estas gentes que apenas enferman.
Pero no vamos a conocer el origen de esta larga longevidad (algunos creen que se debe a la alimentación que siguen), sino que descubriremos este mágico paraje que merece la pena descubrir desde el punto de vista de un turista. La escapada perfecta para todo aquel que disfrute con la naturaleza en estado puro.
Un rincón alejado del mundanal ruido
Nos encontramos en un hermoso valle flanqueado por espectaculares montañas donde se cultivan y producen algunos de esos alimentos "milagrosos" en forma de frutas, verduras, semillas germinadas y lácteos procedentes de su ganadería. Una alimentación que se completa con un trabajo constante que les hace estar en continuo movimiento.
Eso hace de ellos un pueblo afable, cercano y hospitalario ante los miles de turistas que esta zona de impresionante belleza atrae cada año. Y es que no es para menos ya que en este valle, al que llegaremos tras varios días pasando por sus tortuosas carreteras, confluyen las grandes masas montañosas del Karakorum, el Hindukush y el Himalaya.
Gilgit
Pero la magia de este lugar no solo se contempla elevando la cabeza, sino que en este rincón natural escondido podremos disfrutar de otros escenarios impresionantes como el lago Attabad con sus aguas de color azul directamente venidas de los glaciares, el mirador de Rakaposhi o la esencia de algunos de los pueblos por donde discurrió la Ruta de la Seda como Ganish Khun, Gilgit o Karimabad.
En este último enclave, antigua capital del reino feudal de Hunza, uno no puede perderse el Fuerte de Baltit con sus más de 700 años en forma de castillo sobre el que se tiene una magnífica vista de todo el cauce del río Hunza.
Fuerte de Baltit
Pakistán es el destino de todos aquellos a los que no les asusta una aventura en lo alto de una montaña y practicar senderismo. Así, para los amantes del riesgo, un rincón que no te puedes perder en esta tierra es cruzar el río por el puente suspendido de Hussaini. Hemos de reconocer que no es un paso al uso como puedas estar pensando, sino una precaria pasarela de unos 700 metros de largo que ambas orillas en una suerte de tablones y cuerdas metálicas.
No te resistas a cruzar este cauce, la magia del valle de Hunza te protegerá. Así lo viene haciendo desde tiempos remotos con sus habitantes.