Viajes
Ruta por los faros más icónicos de Galicia
La comunidad autónoma tiene 44 de estas construcciones a lo largo de sus 1.175 kilómetros de costa
Desde que los antiguos romanos levantaran en el siglo I d.C. la majestuosa Torre de Hércules, los faros han sido una de las más importantes señas de identidad de la costa gallega. Una costa que con su arrebatadora naturaleza transcurre a lo largo de nada menos que 1.175 kilómetros. Es esta una ruta apasionante que entre espectaculares acantilados y serpenteantes rías alberga 44 faros, 44 estructuras de diferentes formas que además ser punto de referencia para los marinos durante siglos ofrecen, desde su privilegiada ubicación en las alturas de parajes casi vírgenes, unas vistas tan espectaculares como singulares a los visitantes que hasta ellos se acercan.
Nosotros hemos seleccionado diez de estos faros en una ruta ideal para hacer en coche, autocaravana o bicicleta que sin duda hará las delicias de quienes se aventuren ella y que también es ideal para realizarla con los más pequeños de la casa.
Faro de Cabo Vilán
Situado en la costa da Morte en la localidad de Camariñas, en A Coruña, se trata del faro eléctrico más antiguo de España y uno de los más bonitos de toda Galicia.
En él, erguido a 125 metros de altitud y con un cañón de luz que alcanza los 55 kilómetros, se encuentra el Centro de interpretación de los naufragios, faros y señales marítimas de la Costa da Morte, en mitad de un enclave que fue declarado de Interés Nacional en el año 1933 y que hoy en día es monumento natural por el singular valor de su escarpada ubicación.
El faro primitivo tenía una torre de cantería y entró en servicio en 1854 pero se comprobó que su altura no era suficiente como dejó en evidencia el naufragio del buque escuela inglés Serpent que ocasionó 172 muertos y que llevó a las autoridades de la época de aprobar en 1891 una dotación de 158.500 pesetas para la construcción de un. impresionante faro con piedra de granito rosado característico de las peñas de Traba y cuando su luz lució renovada en enero de 1896, lo hizo con la energía eléctrica que era la única en aquella zona del noroeste.
Faro de Punta Nariga
También en A Coruña, en Malpica de Bergantiños, más concretamente en punta Nariga se levanta el faro más moderno de Galicia, construido en 1995 y diseñado por el arquitecto pontevedrés César Portela que poco después recibió el Premio Nacional de Arquitectura. Con 50 metros de altura y 35 kilómetros de alcance lumínico, es todo un referente en la integración de la arquitectura con el paisaje natural.
El entorno está lleno de magia en este acantilado golpeado por el mar y presenta curiosas formaciones rocosas que en ocasiones recuerdan a diferentes animales. La visita es imprescindible tanto en días de sol como en días de tormenta porque en los primeros se disfruta la calma del mar y el faro estático y en los segundos sorprende el dinamismo de las nubes y los hermosos cambios de luz.
La construcción de Portela recuerda a la proa de un barco coronada por una escultura de bronce denominada Atlante. Esta estatua, obra del artista Manolo Coia, natural de Hío y que fue conocido como el escultor del mar, es una figura con forma es en parte humana y en parte de gaviota a punto de volar. Sin duda, una silueta perfecta para las maravillosas puestas de sol de Nariga y para disfrutar desde la cubierta del faro de un perfecto mirador del Atlántico.
Faro de Finisterre
Ubicado en el coruñés cabo de Finisterre, este es uno de los faros más famosos de España. Construido en 1853, su torre es de cantería y base octogonal y tiene de 17 metros de alto y una cornisa sobre la que se apoya la balconada. Su bóveda tiene una linterna poligonal y su luz, situada a 143 metros sobre el nivel del mar, consigue iluminar más de 42 kilómetros.
La frecuente niebla que cubre la zona en invierno provocó que se le añadiera en 1888 una sirena, popularmente conocida como la 'Vaca de Fisterra', para avisar a los navegantes del peligro existente.
El hecho de que esta espectacular punta fuera el 'Finis Terrae' para los antiguos hizo que nacieran sobre ella una larga serie de leyendas y a pesar de la existencia del faro la zona fue escenario de naufragios, como en 1870 cuando se hundió el buque de guerra inglés Monitor Captain llevándose consigo a 482 tripulantes en el suceso más luctuoso de esta costa.
Faro de Punta Lariño
Visitar este faro, también conocido como Faro de Punta Insua, supone pasear por uno de los entornos más bonitos de la Costa da Morte. Situado entre playas, se construyó para enlazar los faros de Corrubedo y de Finisterre debido a la dificultad que tiene la navegación en esa parte de la costa. Se decidió su construcción en 1894 pero no se inauguró hasta 1921 y se electrificó en 1947.
Situado al noroeste de A Coruña, el Faro de Lariño lleva más de cien años frente al Atlántico iluminando a los marinos que transitan las aguas de la Costa da Morte. Su majestuosa torre tiene una altura de 14 metros y está coronada por una cúpula que lanza una luz que alcanza los 37 kilómetros de distancia.
Junto al faro se levanta la casa que hasta finales de los años ochenta ocuparon los fareros y sus familias que hace apenas dos años ha reabierto sus puertas como hotel y ofrece nueve exclusivas habitaciones y un espacio gastronómico a escasos 90 metros de la playa de Xeda.
Faro de Isla Pancha
El Faro de Isla Pancha se encuentra en la parte más occidental de la lucense Ría de Ribadeo. Se comenzó a construir en el año 1857, se inauguró en 1879 y fue planeado como una luz de tercer orden destinada a iluminar la entrada al puerto de Ribadeo.
El proyecto del ingeniero Marcelo Sánchez Movellán, que fue jefe de Obras Públicas de Lugo, fue el de una luz simétrica, con la torre encajada en el centro de un edificio cuadrado para así protegerla de los temporales. Como faro de isla, y por la categoría de su luz, debía estar atendido por dos torreros, pero para economizar en el servicio se decidió suprimir un encargado y se construyó un puente de unión con tierra.
En el año 1983 se construyó un segundo faro en la isla, consistente en una torre de hormigón cilíndrica de franjas negras y blancas, quedando sin uso el anterior que actualmente es el Alojamiento Turístico Faro Isla Pancha al que el turismo acude para disfrutar de un paraje natural de inigualable valor paisajístico.
Faro de Cabo Silleiro
En 1866 se inauguró el primer Faro Silleiro, situado en el Cabo Silleiro, al nivel del mar, en la parroquia de Baredo de la pontevedresa Baiona. El primer combustible que utilizó fue una lámpara de mecha de aceite vegetal hasta que en el año 1909 pasó a funcionar con una lámpara de petróleo.
En agosto de 1924 se inauguró el nuevo edificio que albergaría el faro a 85 metros, en lo alto de la montaña, tal y como lo vemos en la actualidad. Este edificio tiene planta rectangular y en su fachada oeste está la torre del faro, que desde 1960 tiene una lámpara de 3.000 vatios que se puede ver a más de 70 kilómetros si el tiempo está despejado. Además de la sirena tiene un emisor eléctrico de 200 millas de alcance.
Hoy es uno de los puntos principales de orientación de los navíos que surcan las aguas y aunque no es visitable merece la pena acercarse y disfrutar de su entorno.
Faro Touriñán
Situado en el cabo del mismo nombre, en la localidad coruñesa de Muxía, el Faro Touriñán, se encuentra en el punto más occidental de Galicia. Potente y enérgico, alerta constantemente de la peligrosidad del Atlántico y resiste los temporales de la Costa da Morte.
Construido en 1981, este faro es una torre de hormigón de 11 metros de altura con una luz que alcanza los 42 kilómetros, emitiendo uno y dos destellos cada 15 segundos.
Un poco más adelante, 400 metros por el Camiño dos Faros, a la altura de la Illa Herbeira está el punto más occidental de la España peninsular.
El cabo es una pequeña península que se adentra en el mar cerca de un kilómetro, teniendo en su parte más estrecha un istmo de 150 metros de ancho. La punta occidental del cabo, denominada Os Buxeirados, ofrece una serie de peñas que penetran en el mar unos 400 metros, conocidas como A Laxe de Buxeirados o Bajos de Buxeirados.
Faro de Cabo Ortegal
Proyectado en el año 1982, el faro de Cabo Ortegal terminó de construirse en 1984. Su torre cilíndrica está construida en hormigón y mide tres metros de diámetro y 12,70 metros de altura. Es blanca con una franja roja y presenta dos balcones volados de 4,70 metros de diámetro.
Presenta unas preciosas vistas de las Rías Altas y está ubicado en el municipio de Cariño, en A Coruña, y es uno de los más fotografiados de las costas gallegas.
El cabo Ortegal es el segundo cabo más septentrional de la península ibérica, solo superado por el cabo de la Estaca de Bares. Además, es el lugar más emblemático del municipio de coruñés de Cariño por su extraordinario valor geológico, ornitológico y por supuesto paisajístico hasta el punto de estar incluido en la ZEPVN (Zona de Especial Protección de los Valores Naturales) “Costa Ártabra” y haber sido declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC).
Faro de Estaca de Bares
En el municipio de Mañón, en A Coruña, se encuentra el faro de Estaca de Bares, en la frontera imaginaria que separa el océano Atlántico y el mar Cantábrico.
En funcionamiento desde el año 1850, la torre de este emblemático faro tiene una altura de 33 metros y su luz tiene un alcance de 45 kilómetros. Sus antecedentes históricos datan del año 1846 cuando el que fuera presidente del Congreso de los Diputados Pedro Juan de Zulueta, por aquel tiempo residente en Londres, y el Ministro Plenipotenciario del Reino Unido enviaron una proposición a la administración española solicitando el establecimiento de dos nuevos faros, uno en. Finisterre y el otro de Cabo Ortegal. Pero tras consultar la opinión de marineros y prácticos, se encontró preferible la opción de Estaca de Bares y en consecuencia se ordenó la confección del proyecto que comenzó en 1849 y tuvo un coste de 131.830 reales.
Se trata del faro más septentrional de todos los que hay en la península y está emplazado en una meseta llamada Ventureiro, sobre un montículo que se prolonga en la llamada "punta de la Estaca de Bares", de la que recibe el nombre.
Torre de Hércules
Con sus 55 metros de altura es el faro en funcionamiento más antiguo del mundo. Es la estampa más conocida de A Coruña y visita obligada para todo aquel que llegue a la ciudad. Con estructura cuadrada, esta torre fue proclamada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2009. Se trata de uno de los faros más conocidos del mundo y el único puesto de origen romano que continúa funcionando.
El origen de la torre es desconocido, aunque fue reedificada por los romanos en el siglo I d.C. Hay varias leyendas relacionadas con su construcción. Una de ellas cuenta que el propio Hércules llegó en barca a las costas que rodean actualmente la Torre, y que fue precisamente allí el lugar donde enterró la cabeza del gigante Gerión después de vencerle en combate.
Por otra parte, hay quien identifica el faro como el lugar donde pudo haber estado situada la mitológica Torre de Breogán, el mítico rey galaico que construyó la ciudad de A Coruña.
De su primitivo aspecto hoy conservamos su interior revestido por un recubrimiento arquitectónico realizado a finales del siglo XVIII. A su pie, también se conserva una inscripción latina grabada sobre roca, hoy protegida por una pequeña edificación, en la que se recoge el nombre del posible arquitecto romano autor de la torre, Gaio Sevio Lupo, arquitecto de la ciudad de Aeminium, la actual ciudad de Coimbra en Portugal.
