Ruta por las salinas de la Bahía de Cádiz

La extracción de la sal ha sido una de las principales actividades económicas de la Bahía de Cádiz durante años, la cuales cuentan con un valor cultural y etnográfico enorme. Si estás pensado organizar una ruta costera ¿por qué no hacerlo por las salinas de Cádiz?

Situadas en pleno parque natural, en ella se encuentran las de San Fernando, Puerto Real, Puerto de Santa María y Chiclana de la Frontera.

Durante años, la Bahía de Cádiz llegó a albergar más de 140 salinas, sin embargo, a mediados del siglo XX, dejaron de ser rentables y, aunque muchas siguen resistiendo y viviendo de la extracción de sal, muchas otras estás ligadas al turismo o a proyectos científicos. A pesar de todo, bien merece la pena un recorrido por ellas para comprender la importancia de esta actividad y su historia, mientras nos enamoramos de los paisajes de esta zona y su gastronomía.

En las salinas de la Bahía son abundantes las cañaíllas, verdigones, almejas, camarones y cangrejos, junto a otros pescados de estero como los lenguados, lubinas, doradas y lisas.

Respecto a las aves son frecuentes los alcatraces, somormujos, cormoranes, gaviotas, cigüeñas, garzas, avocetas, flamencos o águilas pescadora, entre otros.

La presencia de toda esta fauna demuestra la importancia de las salinas, las cuales no solo preservan la biodiversidad, sino que la potencia.

Las salinas de la provincia de Cádiz cuentan con un gran interés, tanto desde el punto de vista paisajístico como cultural y gastronómico.

Podemos empezar nuestra ruta en las salinas de Carboneros en Chiclana de la Frontera, que cuenta con una de las poblaciones más numerosas de flamencos de toda la Bahía de Cádiz.

Las salinas de Santa María de Jesús, también en Chiclana, es una antigua salina recuperada en la actualidad como Centro de Recursos Ambientales. Allí podremos disfrutar de un museo para conocer toda esta actividad y comprender el origen de las salinas, el valor de la sal producida de forma artesanal, los diferentes tipos de sal que existen, entre otras muchas cosas. Además, podemos disfrutar de un Spa Salino en el que probar un exfoliante de sal, una envoltura de algas o un baño de fango.

En el centro de visitantes del parque natural de la Bahía de Cádiz también podremos comprender la relación entre las marismas, la acción humana y la riqueza del ecosistema que se ha generado a su alrededor.

La ciudad de San Fernando ha sido una de las que históricamente más ha estado unida al trabajo de la sal. Tal es la relación que el traje típico local se inspira en el que hombres y mujeres utilizaban antiguamente para el trabajo en la salina. En esta ciudad podemos recorrer el sendero El Carrascón para caminar por el margen del caño entre salinas, casas salineras abandonadas y esteros aún en funcionamiento.

 

Recorriendo las rutas de las salinas de la Bahía de Cádiz observarás como salinas y esteros van de la mano, por ello, te aconsejamos que disfrutes de alguno de los platos a base de algunos de los pescados característicos de esta zona.

Siguiendo nuestra ruta podemos parar en la salina de la Esperanza en Puerto Real. Esta se encuentra gestionada por la universidad de Cádiz, ya que en ella se están desarrollando diferentes proyectos de recuperación, investigación y divulgación medioambiental.

La Salina La Tapa y Marivélez, en el Puerto de Santa María, puede poner fin a nuestro recorrido por la costa gaditana. Se trata de una de las salinas industriales más importantes de la provincia. A diferencia del resto de salinas de la Bahía, esta se caracteriza por el color rojizo de sus balsas de agua, que tiene que ver con la presencia de unas microalgas y bacterias con pigmentos rojos propias de la zona.