Clara González
Viajes
Ruta por los siete pueblos con hórreos más encantadores de Asturias
Se trata de una representación de la cultura, la supervivencia y la tradición
Con sus impresionantes paisajes naturales, rica cultura y una gastronomía incomparable, Asturias se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos para los y las amantes del turismo. Desde las majestuosas montañas de los Picos de Europa hasta las pintorescas playas de la costa cantábrica, esta región del norte de España ofrece una experiencia única para los viajeros y viajeras ávidas de aventura y descubrimiento cultural.
Pero si algo destaca en el paisaje de Asturias, esto son los hórreos que acompañan a las casas de los pueblos. Su utilidad para mantener las cosechas protegidas de la humedad y animales ha hecho de ellos una representación de la cultura, la supervivencia y la tradición.
Si quieres dedicar tus próximas vacaciones a conocer las aldeas asturianas con hórreos, aquí te ofrecemos un listado de posibles destinos.
Barcia y Leiján (Valdés)
Barcia y Leiján (Red Natural de Asturias)
Este pueblo costero consta de 99 'despensas' aéreas (83 hórreos, 15 paneras y un cabazo). En la página web Turismo Asturias explican que los hórreos de Barcia y Leiján son los típicos del occidente del Principado, es decir, cuentan con tejados de pizarra negra. También son propios de esta zona los cabazos.
Para aprovechar la visita al pueblo, puedes disfrutar de la playa de Los molinos, en la cual se pueden ver cascadas.
Además de todo ello, Turismo Asturias apunta a que en Barcia está el único cementerio musulmán del norte de España, cuya construcción en 1936 está vinculada a la Guerra Civil española.
Güeñu/Bueño (Ribera de Arriba)
Güeñu/Bueño (YouTube)
Con su galardón de Pueblo Ejemplar de Asturias (2012), este pueblo cuenta con 47 ejemplos de hórreo asturiano. Pero, además, es visita imprescindible el Centro de Interpretación del Hórreo, donde se explican los orígenes de estas construcciones en Asturias, así como la simulación del interior de un antiguo hórreo.
Espinaréu (Piloña)
Espinaréu (Turismo Asturias)
Espinaréu se caracteriza por contar con un hórreo en cada esquina del pueblo, sumando casi una treintena en total.
Desde Turismo Asturias destacan la gastronomía de la zona, el río Espinaréu y la potencia etnográfica y tradicional de la aldea. Un lugar ideal como destino de vacaciones por el Principado.
Sietes (Villaviciosa)
Sietes (Turismo Asturias)
Con su iglesia de San Emeterio como ejemplo de arquitectura religiosa renacentista, casi una treintena de hórreos se despliegan por Sietes. Algunas de estas construcciones todavía están en uso, concretamente para resguardar la leña.
Y, si por algo destaca este pueblo, es por ser uno de los pocos en los que un camino pasa por debajo de un hórreo.
Pen (Amieva)
Pen (Turismo Asturias)
Pen es un destino ideal de vacaciones por varios motivos. En primer lugar porque se trata del principio o del final de la famosa Ruta del Beyu Pen, conocida como el Encanto de la mitología; también por la conservación de viviendas antiguas, como es el caso de Casa Peri, una casona del siglo XVII.
La casa Fondón es otro de los encantos de este pueblo. Su panera de 15 pegollos es considerada una de las más grandes del Principado, según Turismo Asturias.
Y, por si esto no fuera suficiente, la capilla de San Roque y las incomparables vistas a los Picos de Europa completan los encantos de Pen.
Tuña (Tineo)
Tuña (Turismo Asturias)
Sus palacios, torres y casas solariegas reúnen gran parte de la arquitectura señorial y nobiliaria de toda Asturias.
Además de los hórreos esparcidos por el pueblo, otros puntos dignos de visita son el busto del general Rafael del Riego, así como su casa natal. También el monumento al Chosco, embutido propio de la cocina asturiana.
Tuña fue Pueblo Ejemplar de Asturias en el año 2000.
Peḷḷuno (Aller)
Peḷḷuno (Turismo Asturias)
Se trata de una de las puertas para el ascenso a Peña Mea y de un ejemplo de preservación de la arquitectura tradicional, entre la que destacan sus hórreos.
Desde Turismo Asturias exponen que, en Vegapalacio, es posible observar los restos del palacio en el que Alfonso VII se enamoró de Doña Gontrodo, madre de Urraca, futura reina de Asturias.