Ruta por la Sierra de Francia, perfecta para la primavera
La Alberca o Mogarraz son algunos de los pueblos más bonitos gracias a su patrimonio arquitectónico
La provincia de Salamanca no es solo el típico paisaje castellano de amplios campos de cereal cultivado. El sur de la región guarda con mimo un paraje natural que hace las delicias de todo aquel que se acerque a conocerlo. Estamos en la Sierra de Francia, junto al límite con Extremadura, un enclave salpicado por pequeños y sorprendentes pueblos que destacan por su riqueza etnográfica y por un llamativo patrimonio arquitectónico. Acompáñanos por esta ruta ideal para esta primavera.
La Peña de Francia
Comenzamos nuestro recorrido en esta cima que supera los 1.700 metros de altura y coronado por el monasterio del mismo nombre. Un mirador perfecto de todo el valle –tanto de la provincia de Salamanca como de buena parte de la de Cáceres– y del que se dice que visitaba con frecuencia Miguel de Unamuno, encandilado por el silencio que se respira sobre esta atalaya.
Estamos en pleno pulmón de la provincia salmantina, el Parque Natural de las Batuecas, un espacio de una gran belleza tanto por su flora como por su fauna, y que da refugio a los principales pueblos de la zona.
La Alberca
Sin duda, La Alberca es el perfecto ejemplo de los pueblos serranos que salpican estas montañas. Con una vida dedicada completamente al turismo, la localidad ha sido reconocida como conjunto histórico-artístico gracias a sus estrechas calles, a su arquitectura del siglo XVIII y XIX o a la majestuosa iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. El perfecto lugar para que el visitante haga una agradable parada y deguste embutido o las patatas meneás -especialidades de la gastronomía local-.
Como dato curioso, en la localidad todavía se celebran bodas a la antigua usanza en las que las novias van ataviadas con el llamado traje de vistas. Un magnífico ejemplo artesanal que servía de exponente de la riqueza de una familia a través de su abundante joyería: relicarios, medallas, rosarios, sortijas, pendientes...
Mogarraz
Otro de los preciosos pueblos de la Sierra de Francia, conocido popularmente como el "pueblo de las caras". A finales de los años 60, la mayoría de los vecinos mayores de edad tuvieron que hacerse una foto para un nuevo DNI. Lo que empezó como un mero trámite administrativo se ha convertido hoy en toda una exposición al aire libre con más de 700 réplicas hechas por el artista Florencio Maíllo. Su particular homenaje a las personas que vivieron en esas casas y que hoy muestran con orgullo sus lugareños.
Y es que, precisamente, la arquitectura de estas viviendas es lo que llama más la atención de Mogarraz. Un ejemplo perfecto de tramonera –palos de madera de castaño y que se ven en la fachada de una casa serrana– y piedra, que se ha mantenido durante siglos gracias al aislamiento natural que tiene este pueblo.
