Rosa María Torres
Viajes
Socotra, la isla (casi virgen) de las especies perdidas
Rosa María Torres
Domingo 15 de marzo de 2020
ACTUALIZADO : Domingo 15 de marzo de 2020 a las 0:52 H
3 minutos
Es un paraíso casi virgen y que cuenta con flora y fauna que solo puede encontrarse en esta isla
Para sentir que estamos en un mundo extraño lejos de nuestras fronteras no hace falta emprender un viaje hacía las estrellas, basta con visitar Socotra; una curiosa isla cuyo interesante paisaje se ha ganado el apodo del lugar más extraterrestre de la tierra.
Esta isla pertenece a Yemen, un país sumido desde 2014 en una dramática guerra civil. Aunque gracias a los 380 kilómetros de mar que separan al archipiélago del litoral yemení le han permitido mantenerse alejado del conflicto que afecta al país.
Está dentro de un archipiélago formado por cuatro islas –Socotra, Abd Al Kuri, Samha y Darsa– ubicado en el océano Índico, a unos 250 kilómetros al este del cabo Guardafui y a 350 Km. al sureste de las costas de Yemen. Este enclave tiene una superficie de unos 3.600 kilómetros cuadrados. Todas las islas han sido declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco.
Es realmente diferente a cualquier otro lugar debido a su paisaje, la fauna y la flora que solo se pueden encontrar allí. Gracias a su aislamiento es una zona casi virgen. El 37% de las 825 especies de plantas, el 90% de sus especies de reptiles y el 95% de sus especies de caracoles terrestres no se ven en ningún otro lugar del mundo. Este enclave es muy sensible a las especies introducidas por lo que siempre se encuentra entre las floras isleñas más amenazadas del mundo.
Un lugar único en el mundo
En la isla hay amplias playas de arena, cuevas de piedra caliza, montañas. Su ambiente es muy cálido y seco, gracias a esto los árboles y las plantas de la isla son tan especiales. Una de sus peculiaridades son varios de los árboles únicos con formas atípicas e imposibles que los dan una belleza singular a la isla.
Y una de sus especies más representativas es el árbol de la sangre de dragón, que tiene unas curiosas ramas se estiran como los rayos de un paraguas desde un tronco grueso. Su savia, de un intenso color rojo, es utilizada por los lugareños como tinte, incienso y como medicamento natural.
Lejos de lo que pueda parecer, la isla está habitada por 40.000 personas. Aunque tuvo sus primeras carreteras hace un par de años para no perjudicar los ecosistemas.