Mariola Báez
Viajes
Viaja a Aix en Provence para contemplar la misma luz que enamoró a Cézanne
Mariola Báez
Foto: Bigstockphoto
Martes 30 de julio de 2019
ACTUALIZADO : Martes 30 de julio de 2019 a las 8:53 H
3 minutos
Capital de la Provenza francesa, Aix te conquistará con su particular belleza y encanto
Elegante, tranquila, alegre y con cierto aire bohemio. Así es esta coqueta ciudad que surge en perfecta armonía con los campos de lavanda que la rodean y que quedaron plasmados en más de una obra de arte impresionista.
En Aix en Provence (@Aix_Porvence) hay que disfrutar del paseo, el ambiente, los colores ocres de los antiguos palacetes o los mercados rebosantes de productos de la región. El agua siempre está presente y llaman la atención las cientos de fuentes que encontrarás en tu recorrido, algunas majestuosas y otras con todo el encanto de la discreción. El café donde Cezánne charlaba con Zola o Camus, las terrazas donde ver (y ser visto), las librerías de antaño y la vida tranquila que transcurre en un villa provenzal son un placer por descubrir.
Los imprescindibles de Aix en Provence
Sin prisa pero sin pausa, porque esta ciudad tiene muchos lugares interesantes, o simplemente bonitos, por explorar. El punto de partida es el Cours Mirabeau, un espléndido boulevard arbolado y siempre animado con sus restaurantes y cafés, como el mítico Les Deux Garçons, imprescindible si sigues los pasos de Cezánne, el pintor impresionista nacido aquí. Desde el paseo, es fácil vislumbrar una de las fuentes monumentales más grandes de la ciudad: la de La Rotonde.
Muy cerca de aquí tienes otra de las paradas obligatorias. Se trata de la Plaza d’Albertas, para muchos la más bonita de Aix. No es que tenga nada espectacular, tal vez sean las fachadas de los palacios de los siglos XVII y XVIII que le dan forma o la fuente central que la adorna, pero el caso es que resulta especialmente elegante y armoniosa.
Desde esta plaza sosegada, el panorama cambia cuando te acercas a la Place Richelme, pura actividad, con los puestos que instalan a diario los agricultores ofreciendo, en su tradicional mercado, los magníficos productos que luego podrás saborear en alguno de los restaurantes de la zona.
Visitas obligadas son también la Plaza del Ayuntamiento, con su llamativa Torre del Reloj, y la Catedral de Saint Sauveur que refleja, tanto en su fachada como en el interior, casi todos los estilos arquitectónicos posibles, desde el Románico hasta el Barroco.
Aix es la “capital” de un rincón de Francia de paisajes realmente extraordinarios. Si quieres conocer un poco mejor la relación de este lugar con los pintores impresionistas, nada mejor que visitar el taller de Cezánne, que nació y murió en Aix en Provence (1839–1906) y dio forma a gran parte de su obra inspirándose en la luz de esta ciudad y en algunos de los parajes cercanos, como los que se contemplan desde las famosas canteras de Bibémus, desde las que pintó las montañas de Sainte Victoire. Si quieres, también podrás visitarlas.