Victoria Herrero
Viajes
Viaje relámpago a Francia. Disfruta de una escapada de 24 horas a Marsella
La capital de la Provenza es la ciudad más antigua del país vecino, con 26 siglos a sus espaldas
Tener un día para recorrer una ciudad no es sinónimo de no poder conocerla. Así, estas 24 horas pueden ser muy bien aprovechadas si queremos descubrir ciudades de países cercanos como es el caso de Marsella en la vecina Francia. Y es que merece la pena conocer la capital de la Provenza que se mantiene erguida con sus 26 siglos de historia frente al Mediterráneo. Un estilo y forma de ser que se asemeja mucho a la española en esta que dicen es la ciudad que sonríe.
Y es que 24 horas, pese a que pueda parecer lo contrario, dan para descubrir vestigios del norte de África en mercadillos bulliciosos como el de Des Capucins, contemplar obras arquitectónicas de Le Corbusier o visitar el Parque Natural de Calanques a algo más de una hora en ferry de Marsella.
Bienvenidos a la mezcla de culturas de una ciudad fundada por los griegos y conquistada posteriormente por los romanos.
Recorriendo Marsella desde su viejo puerto
Sin duda, este escenario es el punto ideal para comenzar nuestra ruta por la ciudad francesa, que fuera principal puerto colonial del país. Un lugar desde donde podemos conocer el Hotel-Dieu, un antiguo hospital del siglo XVIII que ahora es un hotel de lujo, el Ayuntamiento de Marsella, la abadía medieval de San Víctor, el Museo de las Civilizaciones de Europa y el Mediterráneo o el fuerte de Saint Jean.
Precisamente desde este enclave militar se puede acercar uno andando a la catedral de Santa María la Mayor, un perfecto ejemplo de arquitectura entre románica y bizantina, muy similar a la basílica de Notre Dame de la Garde.
Si, por el contrario, eres amante de los edificios más contemporáneos, en este rápido tour podemos descubrir la conocida como Unidad Habitacional, obra de Le Corbusier y donde encontramos el hotel que lleva el nombre del artista.
El Conde de Montecristo
Precisamente desde la cafetería de este establecimiento se puede divisar el archipiélago de Frioul a apenas 20 minutos de la capital. Un enclave rodeado de preciosas y escondidas calas donde se levanta el castillo de If donde el escritor Alejandro Dumas imaginó al Conde de Montecristo encarcelado.
Como colofón, y si tenemos tiempo en este rápido viaje, podemos tomar un ferry que nos llevará, en algo más de una hora, al precioso Parque Natural de Calanques, un escenario fácil de reconocer gracias a esas formaciones rocosas que se levantan imponentes sobre el mar Mediterráneo y que cobijan pequeñas playas rodeadas de estos impresionantes acantilados.