Viajes

Una visita al sorprendente Valle Salado alavés de Salinas de Añana

Victoria Herrero

Domingo 8 de marzo de 2020

ACTUALIZADO : Domingo 8 de marzo de 2020 a las 6:48 H

3 minutos

Una de las fábricas de sal más antiguas del mundo con 6.500 años de historia a sus espaldas

Salinas de Añana (http://www.vallesalado.com/)
Victoria Herrero

Domingo 8 de marzo de 2020

3 minutos

A unos 30 kilómetros de la ciudad de Vitoria-Gasteiz se encuentra Salinas de Añana, una localidad donde se puede contemplar un peculiar y sorprendente paisaje blanco. Estamos en el Valle Salado, una de las fábricas de sal más antiguas del mundo. Con nada más y nada menos que 6.500 años de historia. Todo para guardar una sal que proviene, por medio de fenómenos geológicos, de los restos de un antiguo mar cercano que existió hace más de 200 millones de años.

Ahora, y gracias a la labor de la fundación que lleva su gestión, toda esta zona se ha convertido en "motor de dinamización económica del territorio a través de las diversas actuaciones que se llevan a cabo: producción de sal, turismo, gastronomía, labores de recuperación, investigación, desarrollo local y comarcal o educativo", afirman sus responsables. 

¿Cómo se produce la sal en Salinas de Añana?

Lo que vemos ahora es un impresionante paraje natural, y casi monumental, formado por unas plataformas o eras donde se vierte la salmuera o agua salada. De esta manera, se obtiene sal por evaporación solar gracias a unos canales de madera por donde discurre el agua a lo largo de todo el valle.

Un proceso de elaboración que suele comenzar, normalmente y según las condiciones meteorológicas de cada año, en el mes de mayo para finalizar en septiembre. Así, durante estas semanas se sigue meticulosamente cada paso: llenado de las eras con salmuera, cristalización, riego, recogida de la sal, almacenaje y envasado final. El resto de los meses del año se dedican para trabajos de recuperación y mantenimiento de las salinas de cara a que se encuentren en óptimo estado para esas fechas de producción.  

Todo para dar lugar a los cuatro tipos de sal ecológica que salen de las Salinas de Añana y que ellos mismos venden al público: sal de manantial, escamas de flor de sal, sal líquida de manantial y chuzo de sal. Esta última es muy utilizada con un rayador por encima de platos ya finalizados como si de una sal fina se tratase. 

Un preciado condimento que cuenta con embajadores de lujo. Grandes nombres de la cocina que, con su desinteresada colaboración, ayudan a promocionar la calidad y el consumo de la Sal de Añana, además de "proyectar la excepcionalidad del Valle Salado". Es el caso de chefs como Martin Berasategui, Eneko Atxa, Dani García, Joan Roca o Francis Paniego, entre otros muchos. 

Planifica tu visita al Valle Salado

Aprovecha, por tanto, y no te pierdas esta impresionante ruta. Hay visitas para todos los gustos: desde una más general al Valle Salado para conocer todo el proceso de producción, otro recorrido por los manantiales, un spa salinero o una cata de sal.

Para los más atrevidos, incluso se ofrece una experiencia salinera única. Una actividad para toda la familia y donde podréis meter los pies descalzos en las propias eras y elaborar vuestra propia sal. Pero recuerda, este taller solo se puede realizar durante la temporada de producciónen los meses de verano, así que ve reservando fecha. 

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