Vitoria-Gasteiz: algunas de las razones por las no puedes dejar de visitarla

Vitoria-Gasteiz (@vitoriagasteiz) es una ciudad milenaria, que mantiene su esencia en el siglo XXI. Gusta a primera vista por infinidad de motivos: un centro histórico donde casas medievales, palacios renacentistas y animadas plazoletas logran una armonía perfecta; calles estrechas donde los pintxos son ley y las esculturas sorprenden al paseante, museos, murallas, espacios abiertos donde la naturaleza se integra en el día a día… Lo tiene todo para que cuando te acerques a la capital alavesa, te cueste decirle hasta pronto.

La almendra medieval

El centro histórico de Vitoria es uno de los más bellos y mejor conservados de España. Efectivamente, su forma ovalada y estructura concéntrica recuerdan a una almendra, de perfecto trazado medieval, que se eleva en la colina donde hace más de ocho siglos Sancho VI fundó esta villa.

Recorrerlo es un placer y solo necesitas calzado cómodo y ganas de dejarte llevar por la belleza de los palacios singulares y los mil rincones que esconde. La primera parada no puede ser otra que la Catedral de Santa María (@CatedralVitoria). El monumental edificio gótico, declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2015 y fuente de inspiración para el escritor Ken Follett en su best seller Los Pilares de la Tierra, resulta imponente. Actualmente está siendo restaurada, aunque puedes visitarla apuntándote a la interesante exposición Abierto por obras, un recorrido muy especial para conocer la historia de esta iglesia-fortaleza, clave en la evolución de la propia ciudad.

Próximas a la Catedral se encuentran otras tres iglesias de máximo interés: San Miguel, San Vicente y San Pedro, cuyas torres crean una de las imágenes más característica de Vitoria-Gasteiz y su casco antiguo.

De la plaza de la Catedral arrancan las coquetas calles que dan forma al centro y que recuerdan con sus nombres a los antiguos gremios medievales, como la calle de la Herrería, de la Zapatería o de la Cuchillería, más conocida como la “Kutxi” y punto clave para los amantes de los buenos pintxos. En tu recorrido, fíjate en los edificios que salen a tu encuentro, entre los que tienen especial protagonismo algunos espléndidos palacios renacentistas como el de Escoriaza-Esquivel, el de Montehermoso, hoy convertido en uno de los centros culturales más importantes de Vitoria, o el palacio de Villa Suso.

Plazas y espacios abiertos para disfrutar de la ciudad

No solo es su riqueza histórica y artística. Son las calles y plazas, donde conviven tradición y modernidad, las que hacen que Vitoria sea una ciudad que atrapa a primera visita.

El recorrido por el casco antiguo está salpicado de plazoletas en las que resulta inevitable una parada. La de la Virgen Blanca es una de las más bonitas y todo un emblema de la ciudad. Es del siglo XVII y aquí se celebraba el antiguo mercado de abastos. Presidida por el monumento a la Batalla de Vitoria, también podrás ver el original monumento vegetal con el nombre de la ciudad que adorna la plaza desde el pasado 2012, cuando Vitoria fue declarada capital “verde”. Fíjate en las fachadas de las casas que dan a la plaza y en la imponente balconada de la iglesia de San Miguel, junto a la escultura de Celedón, personaje esencial en las fiestas y en las tradiciones de Vitoria.

Junto a la plaza de la Virgen Blanca se encuentra la Plaza de España, del siglo XVIII y muy distinta a la anterior porque es un cuadrado perfecto de grandes dimensiones, que puede considerarse la puerta que da acceso al ensanche de la ciudad y nexo de unión con el casco antiguo. Aquí verás la sede actual del ayuntamiento.

Adentrándote en el casco histórico, llaman la atención otras dos coquetas e interesantes plazoletas: la del Machete, donde no faltan bares y restaurantes para reponer fuerzas y dar buena cuenta de la excelente gastronomía local, y la de la Burullería, detrás de la catedral, donde se encuentra la antigua casa de postas del siglo XV conocida como el Portalón, entre otros edificios de interés.

El anillo verde

Si eliges Vitoria-Gasteiz como destino de fin de semana, te sorprenderán los espacios naturales que rodean la ciudad y que permiten disfrutar de paseos y actividades al aire libre de la manera más sencilla.

Un magnífico "anillo" une los distintos parques y espacios verdes que rodean todo el núcleo urbano. Se puede recorrer a pie o en bicicleta, bien con intención de practicar distintos deportes o simplemente para disfrutar de un entorno de amplio valor ecológico de manera absolutamente sostenible.

Se trata de un recorrido circular de 30 kilómetros al que se puede acceder desde cualquier punto de la ciudad y que enlaza distintos parques periurbanos y zonas de alto interés medioambiental. El coqueto Parque de la Florida, los humedales de Salburua, donde se encuentra el Centro de Interpretación de la Naturaleza Ataria (@vg_ataria), el Jardín Botánico de Olarizu o las áreas boscosas de Zabalgana y Arementia son solo algunas de las opciones para disfrutar de paisajes excepciones muy próximos a un entorno urbano