Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorSi has pensado en disfrutar de unas vacaciones en las cristalinas aguas del Caribe, puedes ir a Menorca. Y si pisas unas dunas de arenas en Fuerteventura, te puedes sentir en pleno desierto del Sahara. La riqueza paisajística de España es inmensa, tanto que casi podemos dar una vuelta al mundo sin salir de nuestro país. Recorremos algunos de estos paisajes.
Son muchas las calas de Ibiza que ofrecen aguas cristalinas, blanca y fina arena y atardeceres espectaculares. Entre todas ellas, está Cala d’Hort, emplazada en medio del Parque Natural de Cala d’Hort, Cap Llentrisca y Sa Talaia, es una de las más especiales. La playa cuenta con unos 200 metros de longitud y su riqueza marina es otro de sus puntos a favor.
Las grandes dunas del Parque Natural de Corralejo se fueron formando durante siglos, lo siguen haciendo, por acumulación sobre rocas volcánicas de filos cortantes tan característica de Fuerteventura. Se encuentran en el norte de la isla y ocupan unos ocho kilómetros a lo largo de la costa, donde se puede disfrutar de algunas playas casi salvajes.
La Cala Fonda, en Tarragona, es también conocida como Waikiki, como la playa de Honolulu (Hawai). Es una playa aislada, de difícil acceso y carente de cualquier servicio e instalación para el público. Se accede a ella desde playas colindantes después de un buen paseo, pero que merece la pena para poder disfrutar de esta playa paradisíaca.
Uno de los mayores atractivos de la Provenza son los campos de lavanda. Y en España tenemos un trozo de esta zona de Francia en la Alcarria. Estos bonitos campos de lavanda se pueden ver en los alrededores de la localidad de Brihuega, en Guadalajara. Y están en todo su esplendor durante el mes de julio, en su época de floración.
¿Es España o es Turquía? Porque las formaciones que nos encontramos en el paisaje semidesértico de Bardenas Reales, cerca de Tudela, nos recuerdan a la Capadocia turca. Esta reserva de la biosfera de la UNESCO es un espectáculo insólito de formas caprichosas que la erosión ha ido esculpiendo en suelos de arcillas, yesos y areniscas. Un escenario casi lunar.
Si quieres verte en plena la selva amazónica, te puedes quedar en las Islas Canarias. Concretamente, en el Parque Nacional de Garajonay de La Gomera. Esta laurisilva canaria es un tipo de bosque subtropical que se remonta a la Era Terciaria y gracias a las condiciones ambientales de La Gomera. Un bosque envuelto en aguas y brumas, con musgos y líquenes recubriendo los troncos de los árboles y profusión de helechos, como demostración botánica de la elevada humedad del ambiente. Es patrimonio mundial y reserva de la biosfera de la UNESCO.
Las Lagunas de la Mata y Torrevieja es un espacio natural protegido, un humedal de gran importancia para el desarrollo de los ciclos biológicos de numerosas especies que lo utilizan en sus migraciones. El Parque lo componen dos lagunas separadas entre sí: la Laguna Rosa y la Laguna Verde. Un detalle curioso es la coloración: el color rosado-púrpura de la laguna de Torrevieja es debido a los pigmentos que poseen una serie de bacterias muy peculiares que habitan en medios muy extremos. Nos recuerda el Lago Salado Chott El Jerid, en Túnez, que también presenta un color rosáceo.