Victoria Herrero
Ocio
El legado de Zaha Hadid en cuatro edificios emblemáticos
Fue la primera mujer que consiguió el famoso Premio Pritzker de Arquitectura en el año 2004
Hace tres años que nos dejó una de las mejores exponentes de la arquitectura contemporánea. La famosa arquitecta de origen iraquí –conocida por las curvas imposibles de muchos de sus edificios– se fue siendo la primera mujer que ganó el que es el galardón más prestigioso del mundo en este sentido, el Premio Pritzker de Arquitectura. Un reconocimiento, en 2004, a una trayectoria muy personal y que nos deja para siempre edificios inolvidables que hoy repasamos.
Centro Heydar Aliyev
“La forma fluida del edificio surge de los pliegues de la topografía natural del paisaje y envuelve las distintas funciones del centro”. Así se refería la arquitecta de la que sin duda es una de sus obras más conocidas y representativas de su trabajo. Un centro cultural en la capital de Azerbaiyán que conforma un juego de volúmenes y formas entre la plaza donde se ubica y el interior del edificio. Al idear esta obra, Zaha Hadid pretendía dejar atrás el diseño de las rígidas construcciones de manufactura soviética para dar vida a un espacio que expresara la cultura azerí propia de la zona.
Galaxy Soho
En la ciudad china de Pekín se encuentra este divertido edificio (por sus formas) que alberga oficinas, tiendas comerciales y espacios de entretenimiento. Pese a la modernidad y transgresión que puede representar esta majestuosa obra, lo cierto es que la autora quiso tomar como referencia un ejemplo de la arquitectura tradicional del país. Así, podemos ver unos abiertos patios interiores que ganan personalidad dentro del conjunto del edificio.
Museo de la Montaña Messner
“La idea es que los visitantes puedan descender por la montaña para explorar sus cavernas y grutas, antes de emerger a través de la pared del otro lado, hasta la terraza que domina el valle con espectaculares vistas panorámicas”, decía la propia Hadid de este enclave a más de 2.000 metros de altura en los mismos Alpes italianos. Lo más llamativo es ver cómo entre el paisaje se cuela –sin perder la armonía de la naturaleza– unos magníficos bloques de hormigón y unos amplios ventanales para admirar la maravilla de estas montañas.
Teatro de la Ópera de Guangzhou
El último de los edificios nos devuelve a China, donde se encuentra este espacio escénico de trazado sinuoso. La obra se encuentra situada junto al río Pearl y ha convertido a esta ciudad asiática en punto neurálgico de la nueva potencia que emerge en el otro continente. Más de 40.000 metros cuadrados que fueron inaugurados en el año 2010 con la representación de la ópera Turandot en una versión del cineasta Shahar Stroh.