15 de mayo, día de la familia y de los abuelos
Bernardo Rabassa AsenjoViernes 22 de mayo de 2020
3 minutos
Viernes 22 de mayo de 2020
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¡Es alucinante! El 15 de mayo fue el Día Internacional de la Familia, pero hay quien la considera como el enemigo. Naturalmente, a los abuelos también. Al menos así lo anuncian los globalistas, populistas que creen que sobramos los de 65 y más, por ser según ellos una carga para la sociedad, y aquellos que se han atrevido a verbalizarlo, alegrándose de que la COVID 19 haya acabado con la muerte, de los ancianos, especialmente en las residencias. Solo Madrid, cifra en 5.886 los muertos en residencias a causa del coronavirus al 14 de mayo. En total 13.931 personas han caído a causa del virus en la región. Un drama inmenso, pues los mayores, han sido más del 90% del total. A nivel nacional, es difícil de cuantificar, ya que el gobierno ha ocultado los datos, aunque en mi opinión, estarán por encima de los 45.000 de más de 65 años, si extrapolamos estas cifras.
La familia, estaba formada tradicionalmente, por padres e hijos, incluidos los padres de los padres, es decir los abuelos de los nietos, que raramente viven en el mismo hogar, por las limitaciones de espacio. Una de las razones por las que la natalidad, ha disminuido, hasta situarse en España en la media, de 1,31 hijos, copiando la tasa mundial de fecundidad, que bajó de 3,2 nacimientos por mujer en 1990 a 2,5 en 2019, y que disminuirá aún más, alcanzando 2,2 nacimientos por mujer en 2050. A ellos se añaden los padres y madres monoparentales, que, por razón de divorcio o separación, entran ya en el concepto de la llamada Open Society, o en la “Nueva Normalidad”.
Todo, por el crecimiento demográfico actual, que según el último informe de las Naciones Unidas (2019) son 7.700 millones de personas. En España formando una pirámide de unos 47 millones de personas, evidentemente con un problema, porque el porcentaje de niños hasta 14 años, respecto a la población total es solo del 14,63% con un alto porcentaje de personas mayores de 65 años, un 19,49% en crecimiento constante.
Sin embargo, los mayores, nos merecemos algo mejor. Por eso la dialéctica de las familias vs familias, se debe intensificar en esta crisis del coronavirus. No sólo quieren destruir la familia, quieren aprovechar la crisis del coronavirus para impulsar su agenda oculta en la 2030, de desarrollo sostenible de la ONU.
Contra ellos, cabe recordar, la importancia que tienen los abuelos en la educación de los nietos, pues tienen toda la experiencia que les ha dado la vida, y disponen del tiempo que no tienen los padres, para transmitírsela, dando ejemplo, recordando las sagas familiares y los recuerdos de sus antepasados.
Naturalmente, los muertos ya no podrán ejercer de abuelos, con lo que habrá que fomentar el respeto, a los que van alcanzando la edad de 65 y más, para suplir a los desaparecidos. A su vez, habrá que evitar que entren en depresión los supervivientes, que pudiendo en libertad dedicarse al ocio, si no están discapacitados, podrían dedicarse también al trabajo voluntario remunerado o no, para lo que habría que cambiar las leyes, compaginando sus ingresos menos impuestos, que ayudarían a financiar el Fondo de Pensiones exclusivamente, con la pensión, además de colaborar en la educación de los nietos.
Así nos sentiríamos menos excluidos de la sociedad y contribuiríamos al PIB global, y se nos respetaría, por nuestra experiencia y sabiduría adquiridas a lo largo de nuestra vida, manteniendo, nuestra posición de seniors, como ocurría eficazmente en las épocas pasadas, desde que existe la sociedad humana.
Bernardo Rabassa Asenjo es Secretario de Relaciones Institucionales y de Comunicación del partido 3ª Edad en Acción. Presidente de la Fundación FIECS (Instituto Europeo para la Comunicación social). Presidente del Club Nuevo Liberalismo S.XXI.