Y mientras las hojas caen, las del sí o las del no, estamos a 2 meses del inicio de un nuevo debate de investidura del futuro presidente del Gobierno y en apariencia, a pesar del tiempo que falta, finalmente será la hoja marcada con el no, la que va a caer en último lugar, imposibilitando la investidura.
Al día de hoy ya han empezado las comparecencias de los líderes de PSOE y Unidas Podemos, no para intentar construir puentes que converjan en un Gobierno de coalición allá por el mes de septiembre, al contrario, se trata de buscar quién tiene la culpa del fracaso de las negociaciones, no se han quedado solos en la búsqueda de posibles culpables, de los perdedores o los ganadores de esta locura colectiva, todo el ejercito de comunicadores y junta letras a sueldo de unos u otros les han seguido y les están siguiendo, en esta alocada carrera para encontrar al culpable de que en nuestro País no sea posible configurar un Gobierno de progreso.
Es triste romper una posibilidad con mayoría de votos en la cámara baja que sin duda ayudaría a construir una alianza de progreso, simplemente por la incapacidad de Sánchez e Iglesias de separar sus ambiciones personales, de las necesidades reales que tienen los ciudadanos de nuestro País para acabar definitivamente con la pobreza y las desigualdades sociales, que nos han llevado a ocupar la segunda plaza entre los países más pobres y desiguales de la Unión Europea.
Por tanto, no busquen perdedores entre los dirigentes de los partidos políticos, en realidad solo pierde quién más necesita salir del inmovilismo y la parálisis política actual: la clase trabajadora, los más desfavorecidos de nuestra España.
Estos, los desfavorecidos, y no ellos, la clase política, somos los verdaderos derrotados de esta sinrazón, nosotros somos, los trabajadores una vez más los verdaderos perdedores.
España tiene urgencias generales y quienes ya tenemos 65 y más años tenemos urgencias puntuales, que requieren de la formación de un Gobierno con premura, nos da igual su configuración: que sea de coalición, programático o de cooperación, pero es necesario iniciar la toma de decisiones políticas que resuelvan con diligencia los problemas que apremian a nuestro colectivo.
La revalorización de las pensiones, paralizada, el debate sobre las pensiones públicas y el pacto de Toledo, paralizado, el Consejo Estatal de las Personas Mayores, paralizado, la Estrategia española 2018-2020 para el Envejecimiento Activo, paralizado el proyecto aprobado en 2017… Las desigualdades, la pobreza, la brecha de género, la reforma laboral, la congelación salarial, una reforma fiscal que permita la equidad y la redistribución social … Son problemas todos ellos de profundo calado político, económico y social que necesitan de políticas de progreso, de transformación social para su superación.
Estamos en un momento de emergencia social que necesita de un Gobierno que tome decisiones y aplique las reformas necesarias para acabar con las políticas neoliberales que nos han traído hasta dónde estamos.
Y finalmente necesitamos un Gobierno que haga frente a la Unión Europea y sus exigencias de más recortes en nuestro ya empobrecido país.
Anatolio Díez Merino, Secretario General UJP-UGT y miembro del Comité Asesor de 65Ymás.