Anfitrión en 'Casa del embajador'

Cada cuatros años, si las cosas no se complican, el pueblo, democráticamente, elige a sus representantes y comienza la legislatura. Políticos, funcionarios públicos y personal laboral se hacen cargo del país con la confianza de la ciudadanía.

Nombrados por el Gobierno, ocurre también con el cuerpo diplomático, a los que se les designa un destino y muchas misiones, ser el mejor anfitrión, mediador y vendedor de cada nación. Don de gentes, espíritu de colaboración y la fuerza sugestiva de un bien superior definen algunas de sus cualidades, que además llevan en su maleta allá donde les manden. Incluso asumidos ya los años de la jubilación.

Salvando las distancias, encuentro muchas similitudes a las tareas que destacan el departamento comercial, cuya comunicación integral potencia los puntos fuertes de su producto o servicio, con buenas maneras y mucha presencia, diálogo, confianza y gratitud. Complementarias o intrínsecas, son su visión, cual lince, del negocio y buen manejo de las relaciones en la diversidad de cada persona con la que interactua.

Aunque con ese carisma nací, yo sigo aprendiendo para ser el mejor embajador posible de la misión que ejerzo y me encomendaron, como comercial, experimentado en labores de marketing y comunicación.

Anfitrión en 'Casa del embajador' y comercial en misión, soy embajador. Y tú, ¿de qué te sientes embajador/a?