Anatolio Díez
Opinión

Ante la inacción, nosotros actuamos

Sábado 15 de junio de 2019

6 minutos

En el año 2002, celebró la OMS, en Madrid, la I Conferencia Mundial sobre envejecimiento activo, la misma dio origen al documento “Declaración Política y Plan de Acción Internacional de Madrid para el Envejecimiento Activo” y con ella un modelo de implementación “Envejecimiento Activo: Un marco político”.

17 años han transcurrido desde el evento celebrado en Madrid y la única respuesta de nuestros diferentes gobiernos para la implantación de políticas para el envejecimiento activo, ha sido exclusivamente un trabajo realizado por el Consejo Estatal de Personas Mayores y técnicos de la Administración del Estado elaborado en noviembre de 2017, con 15 años de retraso sobre la estrategia inicial, bajo el título de “Estrategia Nacional 2018-2021 de personas mayores para un Envejecimiento Activo y para su Buen Trato”. Ahora bien, el mismo, como así se identifica el texto, no es una estrategia definitiva se trata de un proyecto.

La primera conclusión que se extrae al analizar el texto es que según el título de nuestro proyecto “Estrategia Nacional 2018-2021...” Ya llevamos 1 año y medio perdidos. Demasiado tiempo para la exigente acumulación de problemas que afectan a nuestro colectivo, el de las personas mayores.

En este marco la OMS define el envejecimiento activo como “el proceso de optimización de las oportunidades englobadas en tres ejes: salud, participación y seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen”.

El marco político de la OMS reconoce seis tipos de entornos clave, imbuidos en los tres ejes anteriores, del envejecimiento activo: económicos, conductuales, personales, sociales, sistemas sanitarios y sociales y los relacionados con el entorno físico.

Es decir, cuando hablamos de envejecimiento activo, no hablamos de cuantos pasos damos diariamente, que calorías consumimos, cuantas arrugas tenemos y como las escondemos, a pesar de que pensemos que la arruga es bella o del tinte que demos utilizar para cubrir las canas, no hablamos de una app, para llevar en nuestro Smartphone o en nuestro reloj conectado. Estamos hablando de voluntad política para diseñar programas ejecutivos que satisfagan las reivindicaciones y necesidades de los adultos mayores.

No podemos mantener la parálisis actual en que se encuentra el Consejo Estatal de Personas Mayores, fuera de cobertura desde octubre del 2018. Órgano de encuentro, discusión, debate y reflexión necesario para adecuar estas políticas a su realidad y plataforma fundamental para evaluar los indicadores que midan el grado de satisfacción que alcanzan estos programas en el momento de su aplicación.

El proyecto en términos globales es adecuado a nuestra realidad, quizás peca de exceso de celo, en cuanto al análisis y la necesidad de evaluar el grado de empleabilidad que tiene nuestro colectivo, ya que el rango de edad 60-74 años de edad tiene un 6,73% de desempleados, seguramente hoy, el mercado laboral de nuestro país exija mayores esfuerzos en el desarrollo de programas de empleo para los jóvenes, colectivo cuyo rango 16-24 años de edad cuenta con un 40,6% de desempleados.

Por otro lado, se aleja del diseño inicial de la OMS, estructurado en tres ejes y seis entornos, como hemos visto anteriormente, y se acerca más a la fórmula europea que adopta el Índice de Envejecimiento Activo - Active Ageing Index (AAI) nacido en 2012, en el marco de la Segunda Asamblea Mundial del Envejecimiento Activo y del Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad entre las Generaciones. El AAI es el resultado de un proyecto de investigación gestionado conjuntamente por la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la Comisión Europea y la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (UNECE). Esta fórmula se adopta para una mejor evaluación de las políticas diseñadas y su ejecución, estas deben ser evaluadas en función de diversos indicadores, ahora bien, estos indicadores deben servir y mostrar tanto la realidad inicial del colectivo que se analiza como el impacto que tienen las políticas que se aplican y la posterior mejora de ese colectivo analizado. Puede ocurrir que diferentes políticas de participación social no funcionen, dada la imposibilidad económica de asistir a estos eventos por parte del colectivo que las debe recibir.

Los actuales indicadores, AAI, en general no permiten evaluar la suficiencia económica del colectivo, la pobreza, la desigualdad, la brecha de género… Siendo por tanto ineficaces a la hora de evaluar el impacto de los diseños de programas que se efectúan y la participación en los mismos. Creo que inicialmente debemos conocer la realidad económica del colectivo, sin engañarnos, las medias son malas consejeras. Un ejemplo: nos dicen que la pensión de jubilación media en España esta en más de 1.000€, la verdad que es terca, nos dice que más de esa cantidad lo cobran el 20,6% de los pensionistas, pero la media nos indica que hay un 56,1%, casi el triple de pensionistas, que vive con una renta inferior a los “magnificados” 1.000€, por tanto, la realidad nos debe servir para poder ajustar los programas a las necesidades y suficiencia económica reales de quienes se van a beneficiar de los mismos.

Por tanto, exigimos, la reactivación del Consejo Estatal de Personas Mayores, como elemento fundamental para el asesoramiento, diseño y evaluación de políticas para el envejecimiento activo, la implementación del proyecto Estrategia Española 2018-2021, debe cambiar sus fechas, situándolas en el 2019-2022. Debemos mantener los contenidos de la Estrategia Española adecuándolos al diseño original de la OMS, tres ejes: salud, participación y seguridad, seis entornos: económico, conductual, personal, social, sistemas sanitarios y sociales y el entorno físico, como último reto tenemos la obligación de crear indicadores que evalúen de forma efectiva la realidad y las necesidades de nuestro colectivo y midan el grado de avance de las políticas que se ejecutan.


Anatolio Díez Merino, Secretario General UJP-UGT y miembro del Comité Asesor de 65Ymás.

Sobre el autor:

Anatolio Díez

Anatolio Díez

Anatolio Díez Merino (Orzonaga, León, 1953) es Secretario General de la Federación de Pensionistas y Jubilados de UGT-UJP y miembro del Comité Asesor de 65Ymás.

Se afilió en 1976 y lleva casi toda su vida en el sindicato. Minero de profesión, su actividad comenzó en el carbón. Allí estuvo ligado a UGT y fue miembro del comité de empresa de Comercial Minera del Carbón. Antes de tener responsabilidades de ámbito estatal, pasó por todos los eslabones del sindicato. En 2008 se jubiló y en 2009 regresó para hacerse cargo de la Federación de Pensionistas de Castilla y León. Desde 2015 está en la estatal.

La Federación de Pensionistas y Jubilados de UGT-UJP tiene por finalidad agrupar y organizar a todos los pensionistas, jubilados y prejubilados afiliados a UGT, cuya pensión haya sido originada por su condición de trabajador asalariado o autónomo, para defender sus intereses sociales, materiales y económicos, orientándolos hacia la consecución del Estado de Bienestar.

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