
Foto: Bigstock
Viernes 3 de septiembre de 2021
1 minuto
Cuando uno llega a una empresa a ocupar el puesto para el que ha sido contratado, es porque está capacitado académica y profesionalmente para desempeñarlo, integrándose en un equipo que forma el todo de la empresa. Sin más, sin mirar para atrás ni poner excusas que traten de justificar no alcanzar el éxito para el que ha sido contratado. En política, no. Cualquier ignorante o cuasi analfabeto se rodea de asesores, elegidos a dedo entre amigos y conocidos, que cobran a cargo del erario público sueldos moderados porque no tienen reconocimiento empresarial para alcanzar otras cotas, pero que de alguna forma justifican la falta de conocimientos de quien los contrata. Cada vez son más, soslayando a los preparadísimos funcionarios públicos de carrera, sin ideario político. Con demasiada frecuencia, las personas no están a la altura de los cargos.