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Viernes 24 de septiembre de 2021
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Cada vez ejercitamos menos la memoria. Antes teníamos que aprendernos los reyes visigodos, las capitales de todos los países del mundo, las obras de Cervantes, las de Lope de Vega y otras muchas cosas, que parece que son inútiles porque ahora se pueden encontrar mediante un click en internet. Sabíamos de memoria el número de teléfono de los familiares y amigos, su dirección de correo postal, jugábamos en la calle sin problema alguno de seguridad, y nos esforzábamos por pequeñas cosas que, con el transcurso del tiempo, han forjado una forma de ser y actuar.
Hoy casi nadie recuerda lo que pasó hace tan solo un mes, no podemos pasar sin secretaria informática, e incluso recibimos un mensaje diario notificándonos el cumpleaños de todos nuestros contactos. Somos más prácticos, pero menos humanistas.