Antonio Campos
Opinión

No te merece

Antonio Campos

Foto: Big Stock

Viernes 8 de octubre de 2021

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No te merece. Foto: Bigstock

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Viernes 8 de octubre de 2021

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Hay muchas relaciones de pareja y matrimonios en las que el respeto no existe. Quien no te valora, no te merece. Eso es algo que toda persona debería tener en mente. El respeto empieza por uno mismo, que se te valore o no depende de ti, solo de ti.

Las personas que se quieren a sí mismas, alcanzan su control, su paz interior y piensan en ellas, y luego en los problemas; entonces, es imposible que otra persona te controle y te manipule.

Quien te utiliza, te usa para que consumas la tarjeta de crédito, para calmar un tiempo sus picores sexuales (masculinos, femeninos o neutros), quien te olvida, quien no está a tu lado en los momentos difíciles, quien juega con tu persona, no te merece.

Y la culpa es tuya, y solo tuya, si persistes en tropezar una y otra vez en la misma piedra. Ama, quiere, respeta, valora, lucha por la persona adecuada, la que te ama, te quiere, te estima, te considera, te distingue y lucha por ti. No pierdas por error a quien te quiere, y no intentes querer por error a quien no le importas. La vida es un suspiro, no dejes pasar el tren de tu futuro.

Sobre el autor:

Antonio Campos

Antonio Campos

Antonio Campos nació en Ciudad Real, en la España del queso amarillo y la leche en polvo de los americanos. Licenciado en Económicas, Diplomado en Humanidades, PDG por el IESE. 

Ha trabajado durante muchos años en un importante grupo multinacional del sector financiero, al que reconoce estar agradecido por haberle dado la oportunidad de desarrollarse profesional, académica, personal y humanamente. 

Conseguida cierta estabilidad profesional y dineraria, volvió a su verdadera pasión de juventud, escribir; desde entonces, han sido cuatro libros y unos dos mil artículos de opinión, económica y política, publicados en diferentes medios de comunicación, pretendiendo conjugar la libertad individual o personal (el progresismo) con la libertad económica (el conservadurismo), elogiando las ideas y no las ideologías.

Y lo hace, dice, pretendidamente independiente, ideológica y socialmente, con la libertad de quien tiene libre el tiempo, el pensamiento y la palabra.

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