Julio Méndez Menéndez de Llano
Julio Méndez Menéndez de Llano, expresidente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Lugo
… saber más sobre el autorJueves 3 de noviembre de 2022
3 minutos
Jueves 3 de noviembre de 2022
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Desde la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Lugo, miembros de la plataforma española UDP, queremos manifestar lo siguiente:
1. En una sociedad tan tremendamente heterogénea como la actual, con crispación creciente, nuestro sector de población, mayores de 65 años, se siente marginado, arrinconado e incomprendido ante el indudable empuje de nuevas generaciones.
2. Sufrimos situaciones terribles de soledades no deseadas.
De puertas cerradas por la brecha digital, que no se soluciona, al margen de promesas incumplidas, en la banca y en las distintas Administraciones, que muchas veces produce indefensión y nos obliga a pagar a profesionales para cualquier gestión.
Padecemos una notable pérdida de poder adquisitivo.
Estamos sometidos a largas esperas, para las que no disponemos de tiempo, en la sanidad pública (atención primaria, especializada, pruebas diagnósticas específicas, cirugía)… y desvíos a la sanidad privada.
Las residencias de mayores sufren abundantes negligencias y no vemos que se corrijan muchas de ellas.
3. Escuchamos excesivas manifestaciones de personas con representaciones públicas y sociales, convertidas en mensajes subliminales que van creando diferencias intergeneracionales, en cuanto a la insostenibilidad de las pensiones públicas y en la carga económica que suponemos para el Estado. Nuestras pensiones son fruto de un acuerdo entre el Estado y los trabajadores y, además, se recogen en la Constitución Española.
4. Creemos que somos útiles, que podemos aportar muchas cosas a la sociedad, que estamos desaprovechados, que queremos seguir colaborando en nuestra población, en nuestros barrios, que no somos una carga y que tenemos experiencia y conocimientos.
5. Esperamos que todo esto no se quede en un deseo. Pretendemos que tenga efectos, que se nos valore positivamente y que se nos permita seguir contribuyendo a aportar todo cuanto podamos por y para nuestras localidades.
Aquí no hay viejos, sólo nos llegó la tarde.
Una tarde cargada de experiencia para dar consejos.
Aquí no hay viejos, sólo nos llegó la tarde.
Viejo es el mar y se agiganta, viejo es el sol y nos calienta, vieja es la luna y nos alumbra, vieja es la tierra y nos da vida, viejo es el amor y nos alienta…
Así que, aquí no hay viejos, sólo nos llegó la tarde.
Somos seres cargados de saber adquirido en la universidad de la vida, y del tiempo, que nos dio un postgrado.
Subimos al árbol de la vida y allí recogimos los mejores frutos, nuestros hijos, nuestros nietos, los que cuidamos con mimo y que hoy revierten en paciencia y amor.
Así que aquí no hay viejos, sólo nos llegó la tarde.
Tú que me escuchas y que no has llegado al otoño de tu vida, si en tu caminar encuentras una persona que se mueve encorvada, con pasos lentos, el pelo blanco, la piel arrugada y las manos temblorosas, no la ignores, ayúdala, protégela, dale tu mano amiga y piensa que mañana, óyeme bien, mañana, a ti también te llegará la tarde.