Problemas de la mujer sénior ante el empleo

Desperdicio de talento sénior femenino: 6 de cada 10 paradas mayores de 55 lo son de larga duración

 

A partir de los 55 años, tanto hombres como mujeres se enfrentan a dificultades a la hora de buscar un empleo, a pesar de que tengan experiencias laborales más recientes y no tener que afrontar los estigmas que acompañan a la mujer durante toda su vida profesional. Uno de ellos, el de la maternidad, desaparece gradualmente con la edad, pero otros prejuicios relacionados con la conciliación y el cuidado del hogar se mantienen durante toda su vida activa, siendo normalmente las mujeres las primeras que se retiran del mercado cuando la situación familiar lo requiere.

En 2022 se contabilizaban en España 1.928.500 mujeres mayores de 55 años inactivas por labores del hogar, cifra diez veces superior a la de los hombres (190.000). Dicha circunstancia se refleja en parámetros como la tasa de actividad: la de los hombres sénior se sitúa en el 51,3%, nueve puntos porcentuales por encima de la tasa femenina (42,1%).

La búsqueda de empleo de la mujer sénior suele producirse en un contexto diferente al de los varones. Es más habitual que ellas se enfrenten a esta situación tras largos periodos de inactividad, principalmente como consecuencia de una disminución de sus responsabilidades familiares o debido a una situación de urgencia por necesidades económicas. Sí es cierto que suelen encontrar trabajo en sectores más dinámicos, como puede ser el de servicios. Entonces, ¿por qué encuentran más dificultades? Principalmente, porque los largos periodos de inactividad provocan desconocimiento sobre cómo afrontar la búsqueda de empleo (preparar el currículum, optimizar canales de búsqueda o afrontar un proceso de selección). Por otro lado, siguen existiendo prejuicios relacionados con la desactualización de sus competencias. A menudo, la mujer sénior cuenta con experiencias laborales y formación muy lejanas en el tiempo que generan dudas en las empresas.

Cronificación del desempleo femenino sénior

Como señalamos en el informe #EmpleoParaTodas: la mujer en riesgo de exclusión social en el mercado laboral, elaborado por Fundación Adecco, estos prejuicios pueden derivar en la cronificación del desempleo, que afecta en mayor medida a las mujeres sénior: un 62,7% de las desempleadas sénior llevan más de un año en búsqueda de empleo, frente a la media de todas las mujeres en el paro, que se sitúa en el 44%).

Una edad superior a los 55 años amplifica automáticamente las posibilidades de riesgo de exclusión de una mujer en situación de desempleo. A menudo pierde su trabajo en un momento vital crítico, cercano a la jubilación, en el que pueden truncarse sus cotizaciones, lo que supone un empeoramiento de sus condiciones de vida y una gran inseguridad a la hora de proyectar su futuro.

Teniendo en cuenta las barreras adicionales de la mujer sénior a la hora de conectar con el mercado laboral, desde la Fundación Adecco creemos que urge reforzar las políticas activas de empleo para movilizar sus competencias y capacidades hacia los sectores que hoy ofrecen más oportunidades, así como fomentar otras fórmulas de contratación y programas de empleo para la activación de las desempleadas de larga duración.