¿Qué productos de ahorro para la jubilación se adaptan mejor a mi perfil?
José Manuel MoraisFoto: BIGSTOCK
Lunes 22 de noviembre de 2021
6 minutos
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Una de las acepciones del término ahorrar es “guardar dinero como previsión para necesidades futuras”. Es decir, el ahorro garantiza una cierta estabilidad financiera en el largo plazo. De ahí que la jubilación se atisbe como uno de los momentos vitales en los que será necesario disponer de ahorros si se desea mantener el mismo nivel de ingresos del que se disfrutaba durante la etapa laboral.
El abanico de productos de ahorro que existe en el mercado es muy amplio y, en la actualidad, se ofrecen opciones diseñadas para a todo tipo de perfiles. Así, en función de la edad, la capacidad de ahorro, las ventajas fiscales, el nivel de riesgo que el cliente puede asumir y la rentabilidad que éste desee, existen distintos instrumentos que permiten planificar el ahorro de cara a la jubilación.
Pero también la previsión, la organización y la aversión al riesgo son algunos de los conceptos presentes en la mente de una persona dispuesta a ahorrar para complementar su prestación de jubilación. Encontrar un equilibrio entre rentabilidad, estabilidad y riesgo es el objetivo primordial del ahorrador a largo plazo.
Dentro de la extensa oferta de soluciones disponibles en el mercado, es importante destacar las numerosas diferencias entre productos, especialmente, en las características que hacen referencia al nivel de riesgo y a las ventajas fiscales. Por ello, a continuación, detallo brevemente los principales vehículos dirigidos a rentabilizar el ahorro:
Planes de pensiones individuales
Se trata de una de las modalidades de ahorro que goza de mayor popularidad en España, ya que se han caracterizado tradicionalmente por aportar tranquilidad, cumplir con los objetivos personales a largo plazo y lograr rentabilidad. No obstante, hay que tener en cuenta las diversas tipologías en función del nivel de riesgo:
-Renta Fija: Invierte en activos de renta fija (deuda pública o privada), por lo que es el plan más conservador y el más adecuado para personas cuya jubilación es más inminente.
-Mixto Fijo: Combina inversiones en renta fija y renta variable, no pudiendo ser esta última superior al 30% del total. Se trata de la opción más escogida para los perfiles que buscan un riesgo medio.
-Renta Variable: Con un nivel más elevado de riesgo, este plan invierte al menos el 75% del patrimonio en renta variable, lo que se traduce en una mayor rentabilidad. Por este motivo, está dirigido a personas cuyo horizonte de jubilación es aún lejano.
Asimismo, los planes de pensiones individuales permiten realizar, durante la etapa en activo, aportaciones que ofrecen ventajas fiscales. En concreto, pueden ser desgravadas en el IRPF al reducir la base imponible, logrando un ahorro fiscal para el partícipe. Además, en el momento del rescate del plan, se puede recibir la prestación del patrimonio acumulado en forma de renta o de capital.
Estas pueden ser periódicas o extraordinarias y no pueden superar el límite máximo de 2.000 euros al año, 1.500 a partir del 1 de enero de 2022. Anteriormente, esta cifra era de 8.000 euros, pero se ha visto disminuida dos años consecutivos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que fijaron el máximo en 2.000 euros en 2021 y en 1.500 euros a partir de 2022.
Plan de previsión asegurado (PPA)
A diferencia de los planes de pensiones individuales, los PPA son una forma de ahorro flexible ligado a un tipo de interés que hace variar su rentabilidad. En este caso, el tipo de interés se revisa cada tres meses, mientras que la rentabilidad nunca podrá ser negativa en el momento de realizar el rescate. Este factor es clave para un perfil de ahorrador más conservador. En cuanto al funcionamiento y a las ventajas fiscales, son idénticos a los planes de pensiones individuales.
Seguros de ahorro
Están diseñados para reservar dinero a largo plazo, ya sea para garantizar un respaldo económico tras el retiro laboral o para adquirir un bien. Su principal diferencia respecto a otros productos estriba en que es un instrumento de ahorro combinado con un seguro de vida. En este sentido, permite realizar aportaciones periódicas, modificarlas o pausarlas, pero además son productos que ofrecen liquidez en todo momento, dado que el capital se puede recuperar parcial o totalmente. Como valor adicional, el seguro cubre el supuesto de fallecimiento.
Asimismo, el capital acumulado en un seguro de ahorro se puede recuperar de una vez o como pagos periódicos en forma de renta vitalicia. No tiene límite de aportaciones, con lo que se trata de una buena opción para las personas que desean ingresar más de 2.000 euros (1.500 euros a partir del 1 de enero) al año en su producto de ahorro.
Unit Linked
Permiten diversificar la inversión en fondos diversos, de manera que los partícipes pueden optimizar la rentabilidad de su capital a través del fondo o combinación de fondos que mejor se adapte a su perfil de riesgo (corto, medio o largo plazo). Otro aspecto positivo es que sus aportaciones no están limitadas y su liquidez es prácticamente inmediata.
Plan Individual de Ahorro Sistemático (PIAS)
La flexibilidad es el pilar del seguro de ahorro PIAS, puesto que permite elegir el importe, hasta un máximo de 8.000 euros anuales, y la frecuencia de las aportaciones. En este caso, a diferencia de los planes de pensiones, una vez transcurrida la primera anualidad, se podrá disponer de forma parcial o total del capital, sin comisiones ni penalización. Además, al realizar la disposición como renta vitalicia no se tributará por IRPF.
Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV)
Las EPSV son una modalidad de ahorro específica del País Vasco y están destinadas a complementar el servicio público de pensiones. A diferencia de otros instrumentos de ahorro, las EPSV no están bajo la supervisión de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), sino que están bajo el control y la supervisión del Gobierno vasco.
Su funcionamiento es similar al de los planes de pensiones, sin embargo, a diferencia de estos, se puede contribuir al plan con un máximo anual de hasta 5.000 euros en concepto de aportaciones personales y 8.000 euros en concepto de contribuciones empresariales, siempre respetando el límite conjunto de 12.000 euros.