Ramón Sánchez-Ocaña
Opinión

¡Atención! Si piensas viajar deberías leer esto

Ramón Sánchez-Ocaña

Jueves 16 de julio de 2020

3 minutos

¿Por qué nos mareamos en el coche?

Jueves 16 de julio de 2020

3 minutos

Pildoras

 

Diez de cada 100 fallecidos o heridos en accidente habían consumido algún medicamento psicoactivo. Un 30 por 100 de conductores toma de forma regular algún medicamento. Según el Dr. Carlos Martín, médico de familia y experto en prevención de accidentes “el factor humano tiene una responsabilidad indiscutible como causa principal de más de las tres cuartas partes de los accidentes”.

Se sabe que entre un 40 y un 50 por 100 de la población consume algún tipo de medicamento y un 30 por 100 lo hacen de forma regular. Entre los medicamentos que implican mayor riesgo en la conducción, los médicos de familia citan los neurolépticos que se emplean para tratamiento de enfermedades mentales como esquizofrenia y psicosis; ansiolíticos, sedantes e hipnóticos, para el tratamiento de la ansiedad, el estrés y el insomnio; antidepresivos tricíclicos; litio; analgésicos para el tratamiento del dolor; antimigrañosos para el tratamiento de jaqueca y dolor de cabeza; anestésicos; antiepilépticos; relajantes musculares de uso muy común para contracturas, lumbago o ciática; antiparkinsonianos; antihistamínicos H1, que se utilizan en el tratamiento de alergia y que producen somnolencia; y anticolinérgicos.

Y hay que tener en cuenta –señala el Dr. Martín– que no solo los fármacos activos sobre el sistema nervioso central pueden afectar a la conducción. La modificación de otras funciones, como las alteraciones cardiovasculares o metabólicas también pueden repercutir en la habilidad para conducir. Y la polimedicación es importante, porque pueden interaccionar distintos fármacos.

Pregunte a su médico si el medicamento que le receta le permite conducir sin riesgo.

Cuidar la salud del coche para cuidar la de los mayores

Otras prevenciones

-Lleve el coche al taller para ver cómo están los neumáticos y el líquido de frenos; que comprueben si el limpia-parabrisas tiene agua y que las escobillas limpian adecuadamente.

-Si come durante el viaje, que sea comida ligera y sin alcohol. (Independientemente de la alcoholemia, un poco de alcohol da sueño).

-Y más importante que la revisión del coche es la revisión de su vista. Más de un millón de conductores ve mal y no lo sabe. El 42 por 100 de españoles usamos gafas o lentillas. Sin embargo, sólo 7 de cada 10 personas que las necesitan usan correcciones visuales. En otras palabras, 3 de cada 10 no ven lo bien que podrían ver.

-Por si fuera poco, uno de cada 30 conductores padece sueño al volante. Y la somnolencia multiplica por 13 el riesgo de accidente; es decir, cuando en una autopista o carretera concurrida, usted vea a 30 conductores, debe suponer que uno de ellos puede dormirse mientras conduce. El cansancio se va apoderando de la persona poco a poco. Cuando un individuo se queda dormido mientras conduce, no advierte el proceso y  de golpe, pierde la consciencia. El cansancio, el sueño, no avisa, pero tiene unos síntomas que debe reconocer:

  • Cambios de postura. El conductor cansado cambia de postura, se siente incómodo, se mueve de más.
  • Parpadea con demasiada frecuencia, como queriendo refrescar la visión. Tiene pesadez de ojos y picor.
  • Gira demasiado el volante. Conduce como si fuera un novato en el sentido de que gira demasiado el volante para rectificar la trayectoria.
  • Equivocarse de ruta. Es muy fácil que tome ruta equivocada o que ignore si ha pasado determinado punto de la carretera que tiene como referencia.
  • Cambios de marcha sin sentido. Reducir la marcha cuando la quiere ampliar.
  • Alteración de velocidad. De pronto, conduce con lentitud o cambia y  va con una aceleración excesiva.
  • Demasiado cerca. Otro de los síntomas  es no respetar la distancia de seguridad e ir demasiado cerca del coche que va delante.

Sobre el autor:

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña (Oviedo, 1942) es miembro del Comité Editorial de 65Ymás. Estudió Filosofía y Letras y es licenciado en Ciencias de la Información. Fue jefe de las páginas de Sociedad y Cultura de El País, y profesor del máster de Periodismo que este periódico organiza con la Universidad Autónoma de Madrid. 

En 1971 ingresa en TVE. En una primera etapa se integra en los servicios informativos y presenta el programa 24 horas (1971-1972). Entre 1972 y 1975 continúa en informativos, presentando el Telediario. No obstante, su trayectoria periodística se inclina pronto hacia los espacios de divulgación científica y médica, primero en Horizontes (1977-1979)​ y desde 1979 en el famoso Más vale prevenir, el cual se mantiene ocho años en antena con una enorme aceptación del público.

Tras presentar en la cadena pública otros dos programas divulgativos, Diccionario de la Salud e Hijos del frío, fue fichado por Telecinco para colaborar primero en el espacio Las mañanas de Telecinco y posteriormente en Informativos Telecinco.

Es colaborador habitual de radio, periódicos y revistas, y autor de una veintena de libros, entre los que destacan Alimentación y nutrición, Francisco Grande Covián: la nutrición a su alcance, El cuerpo de tú a tú: guía del cuerpo humano, Guía de la alimentación y Enciclopedia de la nutrición

En 2019 entró en el Comité Editorial del diario digital 65Ymás, en el que colabora actualmente.

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