Diez de cada 100 fallecidos o heridos en accidente habían consumido algún medicamento psicoactivo. Un 30 por 100 de conductores toma de forma regular algún medicamento. Según el Dr. Carlos Martín, médico de familia y experto en prevención de accidentes “el factor humano tiene una responsabilidad indiscutible como causa principal de más de las tres cuartas partes de los accidentes”.
Se sabe que entre un 40 y un 50 por 100 de la población consume algún tipo de medicamento y un 30 por 100 lo hacen de forma regular. Entre los medicamentos que implican mayor riesgo en la conducción, los médicos de familia citan los neurolépticos que se emplean para tratamiento de enfermedades mentales como esquizofrenia y psicosis; ansiolíticos, sedantes e hipnóticos, para el tratamiento de la ansiedad, el estrés y el insomnio; antidepresivos tricíclicos; litio; analgésicos para el tratamiento del dolor; antimigrañosos para el tratamiento de jaqueca y dolor de cabeza; anestésicos; antiepilépticos; relajantes musculares de uso muy común para contracturas, lumbago o ciática; antiparkinsonianos; antihistamínicos H1, que se utilizan en el tratamiento de alergia y que producen somnolencia; y anticolinérgicos.
Y hay que tener en cuenta –señala el Dr. Martín– que no solo los fármacos activos sobre el sistema nervioso central pueden afectar a la conducción. La modificación de otras funciones, como las alteraciones cardiovasculares o metabólicas también pueden repercutir en la habilidad para conducir. Y la polimedicación es importante, porque pueden interaccionar distintos fármacos.
Pregunte a su médico si el medicamento que le receta le permite conducir sin riesgo.
Otras prevenciones
-Lleve el coche al taller para ver cómo están los neumáticos y el líquido de frenos; que comprueben si el limpia-parabrisas tiene agua y que las escobillas limpian adecuadamente.
-Si come durante el viaje, que sea comida ligera y sin alcohol. (Independientemente de la alcoholemia, un poco de alcohol da sueño).
-Y más importante que la revisión del coche es la revisión de su vista. Más de un millón de conductores ve mal y no lo sabe. El 42 por 100 de españoles usamos gafas o lentillas. Sin embargo, sólo 7 de cada 10 personas que las necesitan usan correcciones visuales. En otras palabras, 3 de cada 10 no ven lo bien que podrían ver.
-Por si fuera poco, uno de cada 30 conductores padece sueño al volante. Y la somnolencia multiplica por 13 el riesgo de accidente; es decir, cuando en una autopista o carretera concurrida, usted vea a 30 conductores, debe suponer que uno de ellos puede dormirse mientras conduce. El cansancio se va apoderando de la persona poco a poco. Cuando un individuo se queda dormido mientras conduce, no advierte el proceso y de golpe, pierde la consciencia. El cansancio, el sueño, no avisa, pero tiene unos síntomas que debe reconocer:
-
Cambios de postura. El conductor cansado cambia de postura, se siente incómodo, se mueve de más.
-
Parpadea con demasiada frecuencia, como queriendo refrescar la visión. Tiene pesadez de ojos y picor.
-
Gira demasiado el volante. Conduce como si fuera un novato en el sentido de que gira demasiado el volante para rectificar la trayectoria.
-
Equivocarse de ruta. Es muy fácil que tome ruta equivocada o que ignore si ha pasado determinado punto de la carretera que tiene como referencia.
-
Cambios de marcha sin sentido. Reducir la marcha cuando la quiere ampliar.
-
Alteración de velocidad. De pronto, conduce con lentitud o cambia y va con una aceleración excesiva.
-
Demasiado cerca. Otro de los síntomas es no respetar la distancia de seguridad e ir demasiado cerca del coche que va delante.