Jueves 1 de junio de 2023
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La memoria popular se transmite de generación en generación a través de coplillas, fábulas y refranes. Este legado inmaterial, aunque despreciado muchas veces por lo que llaman 'alta cultura', en sus diversas manifestaciones, reflejan sabidurías, que aparte de servirnos de un simpático entretenimiento, nos demuestran que sólo la especie humana puede tropezar con la misma piedra en repetidas ocasiones. Me compadezco de los burros en este momento, por la fama que cargan, "a palos atiende el burro", y que en ningún caso supera la torpeza del Homo Sapiens Sapiens.
Si de aprender de aquellos que previamente se han caído me hubiese propuesto, como creo que se va encaminando el objetivo con este artículo, quiero señalar el que en nuestro mundo, el del envejecimiento con derechos, mejor colabora a este propósito. ¿De cuál se trata?
'Cuando veas las barbas de tu vecino lavar pon las tuyas a remojar' sintetiza mejor que ningún sesudo documento lo que desde el trabajo social, las políticas de la salud y los cuidados a la dependencia insistimos tanto sobre la importancia de la prevención.
Las barbas a las que se refiere este refrán pueden aplicarse al ámbito económico, a las relaciones familiares, las comodidades en el hogar y los servicios que se requieren, no sólo sanitarios, porque para la comida chatarra, el despilfarro, la bronca o la falta de miras ya no hay vuelta atrás.
Es probable que el dinero no te alcance, que llegues a la vejez sin compañía, que descubras que tu familia te quiere mal o que tu vivienda se haya convertido en un lugar inhabitable. No quiero ser pesimista, te planteo posibilidades ciertas de las que he sido testigo desde que tengo uso de razón, con incomodidad, enojo, tristeza y rubor.
Mirar a otro lado o querer idealizar el futuro nunca será solución. Sí, prevenir aquello que puede tener cura y lo demás, confianza en la vida, que sin esfuerzo nos cuida de manera natural. Esa es una gran elección y una lección. Lo demás, las barbas de tu vecino, que yo las mías ya puse a remojar.
