Viernes 8 de mayo de 2020
2 minutos
El tiempo transcurre. Hace dieciséis días que salí de mi residencia y aún ando recuperándome de las secuelas por tan dramática experiencia de muerte vivida en Usera.
Nunca hubiese imaginado algo así. A pesar de que los medios hablan de que la población más mayor se ve especialmente afectada, no pensaba que fuese tan crudo y que el COVID-19 arrebataría la vida a 41 compañeros, casi un tercio de los residentes.
Y, lo peor, es que han muerto solos. Han fallecido sin los cuidados de sus familiares, que día a día les visitaban y prodigaban afecto, cariño, preocupación y compañía.
Por ello, hoy quiero hacer un pequeño homenaje participando del Muro del recuerdo del periódico 65Ymás, con permiso de los familiares.
Os recuerdo a todos, compañeros y compañeras. No nos pudimos despedir en muchos casos, pero os guardo un sitio especial en mi mente y corazón.
Mi más sentido pésame y abrazo para vuestros entrañables familiares con los que compartí angustia, pena, tristeza y lágrimas. Pero también con los que tuve buenos ratos, llenos de humor y alegría. D.E.P.