"La nueva normalidad me ha pillado en un hotel medicalizado"
Beatriz CanoMiércoles 6 de mayo de 2020
3 minutos
Miércoles 6 de mayo de 2020
3 minutos
En mi nueva normalidad en el hotel medicalizado, casi cada día hago una actividad distinta, tanto física como de estimulación cognitiva. Y son diferentes, porque quieren que estemos motivados y las realicemos con ánimo.
Es preferible -me dicen- hacer cinco minutos de ejercicio todos los días (caminar, gimnasia, de respiración, etc.), que mucho de golpe. Tomo nota. La verdad, son muy profesionales y adaptan las actividades a mis características y a cómo me voy encontrando.
Además, es imposible no entrar en su dinámica e interés por “ponerme en forma”. Y, aunque algunas veces me quejo, se agradece. Los resultados son visibles: voy recuperando el tono muscular perdido durante mi aislamiento en la residencia de Usera.
Pero de vuelta a mi día a día, os cuento que este martes pasó el doctor por mi habitación. Como siempre fue muy amable y atento. "Parece que todo está bien", me comentó. Y yo, feliz. Los días transcurren apacibles y sin sobresaltos y, por ello, estoy tranquila.
Aun así, nunca se me olvida por qué estoy aquí y que esto es algo temporal. Me recuerdo a mi misma constantemente que el COVID-19 nos ha cambiado la vida, aunque muchos no estemos contagiados. Si os soy sincera, sueño con esa bendita rutina que espero recuperar. Mantengo cierta esperanza.
De momento, no me puedo quejar. Empieza a hacer calor y tengo aire acondicionado en mi habitación. Y, sorpresa, funciona. Ya me había olvidado que es normal que las cosas no estén estropeadas. Y prefiero no recordar lo que pasó el verano pasado en mi residencia de Usera.
La jornada, la he acabado subida en la terraza. Este martes tocaba ejercicio y actividad. Mi tarea: rellenar un calendario con las fiestas del mes de mayo y poesía. Esta vez me ha tocado elegir a mí: Poema del renunciamiento, de José Ángel Buesa, un poeta de origen cubano y uno de mis favoritos. Se lo he recitado a nuestra terapeuta y le ha gustado mucho.