"El riesgo de contagio, aunque menor, existe"

Ayer, a las 10 de la mañana, llegaron varios empleados de mi residencia para comunicarme que me iban a hacer otro test. Están repitiendo los PCR a todos y, la verdad, bienvenidas sean todas las pruebas.

De repente, se me vino a la cabeza el momento en el que me hice el último test, cuando dependía de mi negativo el ingresar en el hotel de Kike Sarasola, que recuerdo con cariño. Salí de la residencia libre de COVID-19 y volví a ingresar también sin coronavirus.

Ahora, aunque la situación de mi centro no es la que fue, tampoco podemos decir que sea ideal. La gestión sigue siendo la misma y el riesgo de contagio, aunque menor, existe.

Por ello, a pesar de que estamos en fase 2, no se nota mucho. Nuestra desescalada consiste en que habiliten, parcialmente, el comedor de la planta cero para diez comensales.

Que por cierto, el protocolo indica que hay que: "Adecuar los comedores colectivos para cumplir con la distancia de seguridad, separando a los residentes autónomos en turnos y situándose a, como mínimo, 2 metros de distancia". Y nada indica sobre la situación del sitio de cada uno, puesto que estamos en mesas individuales. Tomen nota, para la próxima vez que se me niegue la comida.

Ciertamente, estamos hartos. Estamos cansados de que aquí las Leyes sean arbitrarias. ¿Asistimos a un nuevo orden asistencial?

Para terminar, quiero compartir con todos un poema recitado por mí. Se llama En Paz y es de Amado Nervo. Es un texto que celebra la vida y que canta su gratitud y reconocimiento a la existencia.

Gracias.