"Todos sentados, como soldados, mirando a la puerta"
Beatriz CanoMartes 2 de junio de 2020
3 minutos
Martes 2 de junio de 2020
3 minutos
Ayer, me tuve que enfadar por el nuevo orden que han ideado para la reapertura del comedor. Os cuento. Parece ser que ahora tenemos que sentarnos todos mirando hacia la puerta de entrada, como soldados, cada uno en su respectiva mesa y guardando una distancia con el de al lado. Cosa- la distancia- que no me parece mal. Soy la primera que le tengo respeto al virus.
En mi caso, llevo mucho tiempo ocupando una mesa con vistas al jardín y los dos primeros días que implementaron este sistema no me dijeron nada por sentarme en mi sitio de toda la vida, que me permite charlar con mis compañeros residentes e intercambiar opiniones, aunque sea durante un breve lapso de tiempo.
Pues ayer, eso se acabó. Me comentaron: “Tienes que estar sentada como los demás, frente a la puerta. No eres diferente".
Me enfrenté. "No. Mi sitio es éste", dije. Y me echaron del comedor. Algo, que provocó la reacción de uno de mis compañeros residentes que, visiblemente cabreado, recriminó: "¿Pero qué se creen? ¿Qué es esto? ¿Un correccional?". No puedo estar más de acuerdo con él.
Luego, ya de camino a mi habitación, se me recordó: "Te crees especial, una privilegiada". Qué maravilla de profesionalidad, la verdad. Hay gente que se va a ganar la medalla al mérito este mes.
Al final, llegó el momento culmen del monólogo con un: “No eres mejor y diferente porque escribes un diario. Como en el hotel, que hablabas con las paredes y nadie te hacía caso”.
Y para rematar, ya surrealista total: "A propósito, ¿te ha contestado la Comunidad? No te hacen ni caso. ¡Pero ni caso!".
Ciertamente, así da gusto ir al comedor. Al final, como no podía ser de otra manera, he relatado todo lo sucedido a la administración, en una nueva hoja de reclamación.