Ha sido muy comentada la fotografía con el abrazo que se dieron el presidente en funciones Sánchez y el líder de Podemos. Juan José Millas dice en un reciente artículo: "Esta fotografía pasará a la Historia, con mayúscula. No hay articulista (tampoco yo) que se haya resistido a comentarla, pues se habían intercambiado tantas barbaridades que solo podrían apuñalarse mutuamente por la espalda…” Los libros de historia y la pintura recogen diversos tipos abrazos históricos. Veremos más delante las consecuencias positivas o negativas que puede tener este abrazo en nuestra sociedad y por supuesto en el colectivo de los mayores, donde muchos de ellos están esperanzados con los cambios positivos de contenido social.
Todo el mundo sabe cómo nos hace sentir un abrazo de nuestra madre, de nuestra pareja, de nuestro hijo o nieto, del amigo o enemigo ¿A los mayores nos gustan los abrazos? Pues claro que si, como los besos y las caricias. No somos de piedra. Y obviamente, dependerá de quien sea la persona que te abraza, del momento y de otras circunstancias.
¿Para qué sirven los abrazos? Principalmente para demostrar a la otra persona que tenemos algo de afecto hacia ella. Para los psicólogos existen niveles y numerosos tipos de abrazos, ya que un abrazo puede servir para indicar multitud de cosas diferentes. Para dar un buen abrazo es necesario que este sea sincero, que deseemos darlo, así podremos transmitir todo lo queremos a la otra persona. Libros y expertos explican con amplitud las diferentes teorías sobre los beneficios de los abrazos. Es curioso e interesante conocerlo, lo podemos introducir en nuestras charlas y debates motivadores.
Ser abrazados por las personas que nos quieren, es bueno, necesario y saludable, y cuando somos mayores, todavía mucho más.
Por un año 2020 de abrazos mayores.
Blas Esteban Barranco es Presidente CEATE y miembro del Comité Asesor de 65Ymás