Cada vez que entramos en un canal de televisión generalista, solemos encontrarnos con un programa de cocina o un concurso de preguntas. Ser cocinero, aprender o cocinar, está de moda en nuestro país desde hace años. ¡Hoy Mola ser Cocinero! como expresión del buen momento profesional por el que pasan los cocineros en la sociedad actual. Nada que ver con lo que sucedía no hace muchos años. Más de 70.000 personas se han presentado en toda España a las últimas pruebas para participar MasterChef ¿Todos los españoles quieren ser cocineros o famosos?
Pocas profesiones tienen ahora el reconocimiento social que poseen los cocineros en la sociedad, fundamentalmente los cocineros que tienen estrellas aparecen en programas de televisión propios y en publicaciones de todo tipo, codeándose con la jet, la realeza y artistas famosos. El ascenso social de los cocineros y de sus restaurantes es un fenómeno que ya se estudia en sociología y en economía de diversas universidades. En este sentido, se acaban de celebrar los diez años de la universidad de los chefs, el Basque Culinary Center en San Sebastián www.bculinary.com/es
Otra cosa diferente, es cocinar por necesidad y obligación. Destacamos las amas de casa mayores, que llevan años cocinando para todos los miembros de la familia. Desde aquí, mi pequeño homenaje a esas mujeres. La Concejalía de Mayores del ayuntamiento de Leganés ha puesto en marcha la Academia Mayorchef, un programa piloto gracias al cual se enseña a cocinar, a realizar la compra y a planificar la economía doméstica a hombres mayores de 65 años que se encuentran solos. ¿Y las mujeres que viven solas? Una iniciativa de largo alcance que puede tener un gran desarrollo para combatir la soledad no deseada. Cocinar y comer en compañía, puede ser una opción.
Por placer o gusto es distinto también. Con la pandemia y el confinamiento, numerosas personas han comenzado a cocinar platos de interés, hacer pan o repostería. ¿Estamos ante una moda? Numerosos amigos mayores, están encantados de ir al mercado, hacer la compra diaria y cocinar. Mi amigo José Luis se está especializando en hacer “conejo al ajillo”, mi cuñado Pepín domina los ”boquerones fritos” y mi hermano Pepe ha convertido la compra de “mejores tomates del mercado” en un arte. En nuevos ocios y placeres se han convertido lo que eran viejas profesiones. ¿Estamos ante los nuevos cocinillas mayores? ¡Qué peligro!
Otro día, hablaremos de los mayores manitas.